Próxima parada: Torrejón, correspondencia con el despilfarro
Los transportes son uno de los ejes principales de Madrid como ciudad y su área metropolitana que se extiende a los municipios de los alrededores de la capital,incluso a algunas zonas de fuera de la propia Comunidad. De hecho, la red de cercanías de Renfe llega hasta Guadalajara. Por esa razón, las obras y mejoras en este sentido tienen una vital importancia, aunque a veces se cometan fallos como el que ha ocurrido en los últimos años en Torrejón de Ardoz. Una localidad que lleva esperando la llegada del metro desde hace años y ha visto como llegaba a municipios aledaños, como San Fernando de Henares o Coslada. Está es la historia de la “No” llegada del Metro a Torrejón y la reforma de la estación de Renfe.
A principios de la presente década y tras muchos años de espera, se empezó a construir en este municipio del este de Madrid la ansiada ampliación del Metro que la uniría con la red de este transporte para conectarla con el subterráneo de la capital. Pero unos años después, ante la falta de presupuesto se decidió deshacer lo hecho y dejar aparcado el proyecto para el futuro, para cuando haya fondos en las arcas de la Comunidad. Por otro lado, ahora, y desde hace unos meses se ha empezado a reformar la estación de tren de cercanías de la ciudad, a la vez que se construye un apeadero que permitirá a los ciudadanos que viven en puntos más alejados- Soto del Henares, un barrio de nueva construcción- poder utilizar de una manera práctica este medio de transporte.
En principio, son dos obras que no deberían tener conexión la una con la otra, pero en el fondo si están relacionadas. Ya que se utilizó el inicio de las segundas, en el momento en el que se paralizaron las primeras, con un claro sentido de la oportunidad. Aunque es cierto que en ningún momento se ocultó o se trató de esconder el cese de las obras para el suburbano.
En segundo lugar, hay que matizar que no se iba a construir una línea de Metro en Torrejón, sino una ampliación de Renfe que iba a utilizar las vías existentes del Civis y conectar directamente con la estación de Chamartín en 20 minutos, lo cuál habría sido una prestación de gran utilidad para los vecinos del municipio del Corredor del Henares. Pero si es cierto que se le llamó Metro a una línea que iba a ser de cercanías, aunque se desplazase por el subsuelo. Incluso en el cartel de las obras se podía leer que se trataba de la construcción de una nueva línea ferroviaria en Torrejón de Ardoz.
Además, se han perdido millones de euros y molestias a los vecinos de las zonas en levantar varias calles y vaciar el suelo para poder construir las estructuras necesarias. Además, se utilizó un sistema que era más molesto que el uso de las famosas tuneladoras. En total, se ha gastado una cantidad de 11 millones de euros para nada, solamente para lograr que ADIF decida hacerse cargo de los costes del nuevo apeadero del Soto del Henares. Mientras tanto, los tuneles por los que debería pasar el metro, tren después, están finalmente sellados bajo las aceras de la ciudad.
Problemas desde el inicio
Lo cierto es que los problemas en la financiación de las obras comenzaron desde el primer momento. La llegada del suburbano a Torrejón era una promesa electoral del ejecutivo de la época, en el 2008. Sin embargo, una serie de problemas hicieron que se tuviera que rebajar el proyecto, hasta convertirse en lo que hoy es: nada. En un primer lugar iba a construirse una línea de Metro que llegará hasta Chamartín, pero ante la falta de dinero, se decidió finalmente hacer una ampliación de la vía ferroviaria. Finalmente, se acabó por desechar la idea hasta que lleguen tiempos mejores.
