El lado más artístico del País de las Maravillas aterriza en la Fundación Canal con “Alicia”
Salvador Dalí, Max Ernst, Marie Laurencin y John Tenniel son los artistas que dan vida con sus obras a distintos capítulos de la célebre novela de Lewis Carrol: Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas. La exposición titulada bajo el nombre de la protagonista de la historia, que se encuentra en el barrio de Chamberí, ya ha recibido más de cincuenta mil visitas desde que se inauguró a comienzos de octubre. Aún se puede seguir disfrutando de las 74 obras que la componen hasta el próximo 8 de enero.
En 1865, Lewis Carrol publicaba Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas, la que se convertiría en una de sus obras más célebres –que llegaría a ser editada en más de un centenar de idiomas diferentes– y también en uno de los mejores ejemplos de la literatura nonsense o del sin sentido. Ahora, en la Sala Mateo de Inurria 2 de la Fundación Canal, en Chamberí, es posible encontrar la entrada al País de las Maravillas de Alicia. A través de una docena de capítulos de la novela, cabe la posibilidad de disfrutar de un conjunto de 74 obras perteneciente a los artistas Salvador Dalí, Max Ernst, Marie Laurencin y John Tenniel que están inspiradas en estos pasajes de una de las obras magnas de Lewis Carrol.
Se dice que el universo de Alicia nace en una mañana de verano en la que el autor daba un paseo junto a Lorina, Alice y Edith Liddell, quienes eran hijas del decano de la Universidad a la que asistía como docente. Ante el aburrimiento por la falta de quehaceres, las jóvenes piden al profesor que les narrase alguna historia y este la improvisa a través de una aventurera niña llamada Alicia. Una de las hijas, la que compartía nombre con la protagonista de la historia, implora a Carrol que escribiera la historia a papel para que ella pudiese leerla siempre que deseara. Y así surge en vísperas de las navidades de 1864 el prototipo de la novela, Las aventuras subterráneas de Alicia, que contenía además casi una cuarentena de ilustraciones hechas por el autor –un ejemplar que es facilitado por la British Library de forma digital–. A través de la reescritura de este boceto nacerá la obra magna que conocemos hoy en día.
En el Nuevo País de las Maravillas que brinda la Fundación Canal, es posible disfrutar de las 26 estampas que John Tenniel realizó para la primera edición de la obra –muchas de ellas aún siguen siendo usadas en las nuevas adaptaciones de Alicia–. También, la exposición está acompañada de multitud de grabados realizados por Dalí, Ernst o Laurencin. No obstante, todas las muestras presentes en la Sala Mateo de Inurria 2 no son estáticas; de igual modo, uno de los capítulos de la novela es presentado junto a los dos primeras adaptaciones cinematográficas que fueron llevadas a cabo –por un lado, la de Cecil Hepworth y Percy Stow en 1903; y, por otro, la de Edwin S. Porter, en 1910–.
Una de las partes favoritas de los asistentes se halla justo al iniciar el recorrido, la exposición del cortometraje Destino de Walt Disney y Salvador Dalí. A pesar de la expectación que se creó en torno a la colaboración entre ambos, lo cierto es que las diferencias creativas y la crisis tras la Segunda Guerra Mundial provocaron que más de dos centenares de bocetos se quedaran en el tintero durante medio siglo. No fue hasta 2003 cuando Roy E. Disney, sobrino de Walt, rescató el cortometraje a través de un equipo de artistas que respetaron todo el material ya creado. La pieza fue estrenada en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy donde la crítica lo aclamó y, un año después, logró una nominación a los Oscar. Se trata de una de las obras surrealistas, cuya música ha sido compuesta por el mexicano Armando Domínguez, aún desconocidas, para muchos, de Dalí pero que siempre logra cautivar a los recién llegados.
Son estos pequeños detalles los que han logrado que la exposición logre un éxito rotundo en sus primeras semanas. No solo es posible visitarla de lunes a domingo de forma independiente, sino que también se ofrecen visitas guiadas gratuitas de los lunes o también recorrer la exposición de forma virtual. Sea como fuere, lo imposible es no disfrutar de los doce pasajes de la novela acompañados del arte de los cuatro artistas ya mencionados.
