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Pasado y Presente se encuentran en el Mercado «El Rastro» de Madrid

El Rastro, en Madrid. Créditos: Sandra Lanza
El Rastro, en Madrid. Crédito: Sandra Lanza

¿Qué tal conectarse con el pasado en un mercado al aire libre con 400 años de historia? “El Rastro”, en el popular barrio de La Latina, Madrid, se celebra todas las mañanas de domingos y festivos, donde se pueden encontrar, en puestos más o menos improvisados en plena calle y en las tiendas, tanto objetos cotidianos nuevos y de segunda mano, como curiosos artilugios.

Perfecto para buscar algún “tesoro” a buen precio o simplemente pasear para echar la mañana en compañía de familiares o amigos, El Rastro a los domingos empezó a ser una realidad en el siglo XIX, aunque todavía se vendía de todo en el barrio durante la semana. En El antiguo Madrid, obra de 1861, Mesonero Romanos describe el Rastro como una venta de «todos los utensilios, muebles, ropas y cachivaches averiados por el tiempo, castigados por la fortuna, o sustraídos por el ingenio á sus legítimos dueños.

Ribera de Curtidores en fin del siglo XIX. Imagen cedida por Elrastro.org
Ribera de Curtidores en fin del siglo XIX. Imagen cedida por Elrastro.org

Esta definición del mercado representa con bastante exactitud lo que se conoció en el siglo XX como El Rastro y lo que es posible encontrar hoy en el barrio, donde se dá valor a muchas cosas que antes otros desecharon o dejaron de valorar lo suficiente para mantenerlas en propiedad.

El Rastro, en Madrid. Crédito: Sandra Lanza
Tienda en El Rastro, Madrid. Crédito: Sandra Lanza

El mercado “vintage” se sitúa en torno a la Ribera de Curtidores, una cuesta pronunciada a lo largo de la cual se encuentra, logo en la llegada, un sinfín de antiguos muebles, bolsos, películas, cuadros, libros, cromos, ropa, enchufes, relojes de pulso y de pared, objetos de guerra y todo más que la historia puede traernos, a ras del suelo o presentados al libre albedrío en cada puesto callejero.

El Rastro, en Madrid. Crédito: Sandra Lanza
El Rastro, en Madrid. Crédito: Sandra Lanza

Adentrar en las tiendas de antigüedad de El Rastro es volver a un hermoso pasado. Es casi imposible mirar los móviles, algunos incluso en buen estado, y no nos remeter al mundo antiguo de sus dueños.

Los objetos de guerra nos ponen en una sensación mesclada de curiosidad y preocupación pela manera como ellos pueden ter sido usados. Las bolsas antiguas, muchas en “estado terminal” y que ahora solo sirven como piezas de decoración, nos proponen viajar en la imaginación pensando en todos los sitios donde pueden ter ido e cuanta alegría pueden ter propiciado.

Objeto encontrado en El Rastro, en Madrid. Crédito: Sandra Lanza
Objeto encontrado en El Rastro, en Madrid. Crédito: Sandra Lanza

Hay también bisuterías y ropas nuevas, como camisas, pantalones y faldas con precios muy atractivos, a partir de 3 euros. Piezas bien más caras también son encontradas, como un abrigo de piel por 280 euros.

El Rastro, en Madrid. Crédito: Sandra Lanza
El Rastro, en Madrid. Crédito: Sandra Lanza

Conozca en el mapa los principales puntos e caminos para llegar a El Rastro. Buen viaje!

Como llegar en El Rastro. Crédito: Sandra Lanza

 

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