Los Jardines Sabatini: una maravilla de la naturaleza en pleno centro de Madrid
Los Jardines de Sabatini forman parte de la propia historia de Madrid. Situados frente a la fachada norte del Palacio Real ocupan un enclave privilegiado lleno de historia desde mucho antes de que fueran construidos.
Una historia compleja
Cuando Carlos III estableció su residencia en el Palacio Real en 1764, éste acudió al italiano Francesco Sabatini para que diseñara los jardines de la cara norte, pero lamentablemente nunca se construyeron y en su lugar se implantaron unas caballerizas al servicio de las Cortes. Fue en los años 30 del siglo pasado al llegar la Segunda República cuando el Gobierno incautó los bienes de patrimonio real y los hizo públicos, en este caso para levantar unos jardines.
El Ayuntamiento de Madrid decidió adjudicar el proyecto al arquitecto zaragozano Fernando García Mercadal, un espacio verde que tendría el nombre de Jardines Sabatini en honor al arquitecto. Sabatini fue muy reconocido en España, donde trabajó en abundantes proyectos y se convirtió en una figura del neoclasicismo. El ilustre arquitecto fue convocado a la corte española por Carlos III como Maestro Mayor de las Obras Reales y se convirtió en un personaje muy influyente de la vida cortesana madrileña.
Flora y fauna
Pero estos Jardines además de historia, albergan en sus parajes mucho más Constituyen uno de los pocos espacios verdes afrancesados de la ciudad, con sus originales formas de moldear los arbustos. Tiene una gran diversidad de fauna, desde los arbustos de boj y aligustres, pasando por los pinos, los cipreses, hasta las magnolias y las amazónicas.
En cuanto a fauna se refiere, las aves y las palomas torcaces son las `reinas del lugar´, se han adaptado muy bien al clima urbano y se sienten como en casa. Una ventaja para el público que puede disfrutar de aves muy diferentes mientras pasea por este reducto de tranquilidad en medio del caos.
