Lo de la risa: mujeres cómicas

Será por buenas cómicas en este nuestro país. Victoria Martín, Carolina Iglesias, Sara García, Henar Álvarez… Ah, ¿que no te suena ninguna? Bueno, quizá tiene que ver con el hecho de que la única presencia femenina en los programas de comedia en España está entre bambalinas, en el equipo de maquillaje y peluquería. Cualquiera de los «late nights» con mayor audiencia están protagonizados por hombres ataviados con traje y corbata, que hacen “lo de la risa”. Nada que objetar, tengo muchos amigos hombres. Ahora en serio, son grandes cómicos, referentes en el panorama nacional. ¿Pero de verdad no hay mujeres graciosas?

Este es el propio discurso de estas mujeres, estas cómicas, que se autoproducen todo su contenido y que están llenando salas. (Ejemplo de ello son la «Riot Comedy Fem«, proyecto de Sara García o «Válidas» y «Estirando el Chicle» por Victoria Martín y Carolina Iglesias). Cualquier hombre con su exposición tendría un programa propio en un canal de pago. Bueno – diréis – hay mujeres con late nights. No. Hay mujer, en singular. Cuando una entra, otra tiene que irse. ¿Es que solo existe sitio para una mujer? ¿Cómo es que el sitio para ellos nunca se acaba?

Personalmente me encanta la comedia desde pequeña. Patricia Conde en «Se lo que hicisteis» me hacía reír hasta que me dolía la barriga y en la adolescencia veía una y otra vez «El Club de la Comedia» en YouTube, hasta el punto de aprenderme los monólogos. Pero los de ellas no eran mis favoritos, hablaban normalmente de la desesperación de encontrar un novio o lo tedioso de enfrentarte a una pareja que pasa de ti… ¿dónde está la gracia? Luego me enteré de que la mayoría de estos discursos eran escritos por hombres y ahí encajó. Los de ellos al menos tenían mayor sentido discursivo, pero por lo que sea no me sentía muy unida a las premisas “mi novia está loca” o “me ha pillado masturbándome”. Y entonces caí. El contendido de esa comedia, sea emitido por hombres o por mujeres, está dirigido para hombres porque ¿de qué vamos a reírnos nosotras, si no somos graciosas?

Pues siento decírtelo, pero si lo somos. Descubrir mujeres cómicas que hablan de amor tóxico, de embarazo, de acoso, de regla y hacen que llore de la risa es lo mejor que me ha pasado en la vida. Descubrí todo un universo nuevo sobre el que hacer comedia y una forma nueva de enfrentar experiencias dolorosas a las que, por desgracia, tenemos que enfrentarnos. Y si esto me pasó a mí, le puede pasar a todas las mujeres, así que, señores productores, háganos el favor de darles un programa a cada una de estas maravillosas cómicas. ¿O es que lo que tienen es miedo de que sean más graciosas que ustedes? Quizá a través de la risa se descubra el pastel y nos demos cuenta todas de que bien, lo que se dice bien, pues tampoco estamos.