La energía de Jamie Cullum
El pasado 27 de noviembre la Sala La Riviera se llenaba de la música, la energía y el espectáculo del cantante Jamie Cullum. El británico volvía a Madrid a presentar su nuevo disco, Momentum, ofreciendo más de dos horas interrumpidas de música en directo a todos sus fans.

Jamie Cullum, el cantante británico de 34 años que lleva más de 10 deleitándonos con su música, ha vuelto a España con su nueva gira, Momentum tour. Su paso por la capital ha recaído en la Sala la Riviera, situada en el Paseo Bajo de la Virgen del Puerto.
A las 9 de la noche, tras la actuación de la telonera Kat Edmonton, comenzaba la noche de Jamie Cullum, con la puntualidad inglesa que le caracteriza. Las primeras notas de “The same things”, primer tema de su último disco, comenzaban mientras éste salía al escenario, dispuesto a ofrecer una noche inolvidable a todos los asistentes.
El cantante de jazz es conocido por ser capaz de tocar diversos instrumentos, e interpretar cada una de sus canciones como si ésta fuese la última, siempre acompañado de su banda.
Cullum hizo vibrar a una abarrotada la Riviera, que coreaba su nombre, se emocionaba y cantaba sus canciones al unísono. El cantante no sólo se conformó con interpretar sus temas, sino que también se atrevió a dirigir a su banda subido encima de la barra de la sala- como si se tratase de un director de orquesta- , bailar un solo de saxofón encima de un piano de cola, o cantarle el cumpleaños feliz a su saxofonista y a una chica del público.
Tampoco se limitó a cantar sus propias canciones, sino que también ofreció su propia versión de algunos temas de otros artistas como “Don’t stop the music”, de Rihanna, o “Blackbird” de los Beatles, uno de los momentos más emocionantes de la noche.
Mostrando una fuerte conexión con el público durante toda la noche, Cullum no sólo se dirigió personalmente a ellos durante todo el concierto, también aprovechó una de sus canciones para bajar del escenario y repartir besos y abrazos entre todas las personas que habían acudido a verle.
Las más de dos horas de concierto se pasaron volando entre todos los fans del cantante, y éste les obsequió con una última canción, “Gran Torino”, para después despedirse, visiblemente emocionado.
Jamie Cullum es un espectáculo en sí mismo. Sabe ganarse a su público desde la primera canción y cómo aprovecharlo toda la noche. El 27 de noviembre se vivió una noche mágica en la Riviera, ahora sólo queda esperar a la próxima cita que este cantante tenga con Madrid.