La Capilla Sixtina de Ruíz de Luna
En sus casi diez metros de altura, el retablo mayor de la Iglesia de San Andrés Apóstol, de Castillo de Bayuela, Toledo, muestra todo el esplendor del renacimiento de la cerámica talaverana de Ruiz de Luna. Considerada por la crítica como la mejor obra del artista, por su envergadura y perplejidad, la “Capilla Sixtina” del ceramista talaverano está contemplada posiblemente como uno de los mayores retablos del mundo en esta técnica.
El incendio originado el 25 de julio de 1924, coincidiendo con la festividad del apóstol Santiago, llevó al entonces párroco de la localidad, Marcelo Gómez Matías, al encargo de esta gran obra. Sería diez años más tarde cuando se vería culminada su consecución definitiva.
El empeño del sacerdote por utilizar esta técnica, resistente al fuego, le llevó a depositar su confianza en la fábrica del artista que, debido a las dificultades económicas que por aquel momento achacaba, propició que el precio por semejante atractivo no fuese muy elevado.
Del proyecto, se conservan dos bocetos, uno con la firma de Juan Ruíz de Luna Arroyo, y un segundo que aparece sin firma, que podría corresponder a su padre, Juan Ruíz de Luna y Rojas.
El jefe del taller, en aquel momento, era Francisco Arroyo, hijo político de Juan Ruíz de Luna y Rojas, quien tuvo un papel destacado en el diseño y en la construcción de la azulejería y otras piezas.
La gran obra reúne partes esculpidas, también otras hechas con molde o torneadas. Destacada por sus metros de azulejos y las caras de santos, apóstoles y ángeles, el altar resalta en colorido, con fondeado amarillento, y colores vivos propios del estilo al que representa.
Tras los muros del edificio del siglo XVI, en estilo gótico-renacentista, y portada de Pedro de Tolosa, aparejador de El Escorial, se esconde la Capilla Sixtina de la Cerámica de Ruíz de Luna, una obra que guarda su esplendor, a forma de joyero, dispuesta a mostrárselo al mundo.
