Cultura, un sector mermado que tiene mucho que decir
Coincidiendo con el segundo aniversario de su victoria electoral, Mariano Rajoy concedió ayer una entrevista a RNE en la que afirmó que “ni a corto, ni a medio plazo” harán cambios en el IVA. Ninguna opción ha dado a la posible “revisión” de la subida que comentó Wert hace unos días al responder en el Congreso a la diputada socialista Elena Valenciano.
El Artículo 44.1 de la Constitución Española recoge el derecho a la cultura y las obligaciones de los poderes públicos de “poner al alcance de todos la cultura, que no es, desde luego, un producto o una creación de la política, sino un fenómeno natural de la comunidad”. Algo que no forma parte en estos momentos de las políticas que el Gobierno está llevando a cabo, ya que con la subida del IVA del 8% al 21% lo que consiguió fue dificultar el acceso del ciudadano a las diversas actividades culturales.
España, junto con Portugal, tiene el IVA cultural más alto de la Eurozona, donde la tendencia es aplicar el IVA reducido. Alemania tiene el 7% y un 10% Italia, al igual que Francia a partir de enero. Algo incomprensible al comparar los sueldos medios de cada país, ya que en los países con sueldos más bajos el gravamen aplicado es sensiblemente superior.
Bien es cierto que la cultura en España se ha convertido en un bien de lujo y no en una necesidad básica para los ciudadanos como debiera ser. Ha pasado de ser el desarrollo del espíritu humano y de las facultades intelectuales del hombre a un simple entretenimiento que hay que rentabilizar económicamente y si esto no es posible no sirve para nada.
En estos momentos hay una corriente de pensamiento que no ve la cultura como generadora de riqueza y ese es el problema, ya que en estos tiempos que corren lo que no es eficiente económicamente no es válido. Por ello, el presupuesto que destina el Gobierno a este sector cada vez es menor. Desde el 2009 la cultura ha perdido hasta un 70% de sus recursos. Y sigue bajando porque para el año 2014 contará con una dotación presupuestaria 716,40 millones de euros, un 0,75% menos que el pasado año.
Exceptuando el teatro y la danza que mejoran sus fondos, se vuelve a recortar en el resto de partidas, destacando el “séptimo arte” como uno de los peor parados. Así, el Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales pasa de los 55,77 millones de euros del año pasado a los 50,85 de este, lo que supone un descenso del 8,8 por ciento.