“Cada vez somos más y esperamos medidas sociales que nos ayuden a normalizar la transexualidad”

Hablamos con Cristina, una transexual que se siente oprimida por la sociedad y que ha preferido hacer esta declaraciones sin mostrar su rostro.

Cristina es natural de México y está afincada en Madrid desde hace cinco años, cuando comenzó su proceso de cambió de género.

Ingeniera informática, se dedica a la limpieza y asistencia a personas mayores, porque según ella “Es muy difícil que contraten a una persona transexual para desempeñar un trabajo como es la ingeniería. Es un mundo machista.”

Cristina viajó a Madrid por la represión que sentía en su lugar de origen, donde ni su familia ni sus amistades cercanas a sumían que Cristina debía dar un cambio en su vida para ser plenamente feliz.

“Decidí venir a España para ser feliz. Necesitaba expresar por fuera como realmente me sentía en mi interior, como una mujer”.

La transfobia en México está muy extendida, y las creencias religiosas acrecientan el rechazo de la sociedad hacia las personas transexuales.

” La transfobia es fruto de la ignorancia, en mi país piensan que la transexualidad es una enfermedad, y es tal el punto de rechazo, que consideran que es contagiosa, creando una moda que nos perjudica a todos” Nos cuenta Cristina.

Para Cristina, los medios con los que cuentan los transexuales son muy limitados, las pastillas, que consiguen mantener a raya las hormonas masculinas, son caras y no las pasa la seguridad social. Por lo tanto, ser transexualidad se convierte en algo caro.

“Somos muy pocos realmente y no compensa. No somos negocio. Incluso me he encontrado con médicos transfóbicos que no han hecho más que ponerme trabas en mi proceso”.

Cristina espera en una larga lista de espera para su cambio de género y solo quiere ser por fin reconocida como una mujer.

Una lucha constante la de estas mujeres que deben resistir a la tentación del camino fácil. La prostitución. Son tratadas como objetos sexuales y esclavizadas por su condición de transexuales.