La Comunidad da luz verde al macroproyecto de Canalejas
El proyecto contará con un subterráneo para el transporte público y un garaje con 450 plazas, creando así el centro comercial más grande de la ciudad.
La plaza de Canalejas en el centro de Madrid/Carolina Rivera
El Gabinete del presidente de la comunidad de Madrid, Ignacio Gonzales, ha dado luz verde para el proyecto de Canalejas, aprobando la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid en el ámbito Sevilla-Canalejas, que hace posible la agregación de los seis edificios protegidos que componen la manzana (calle Alcalá, 6, 8, 10, 12 y 14 y el número 1 de la plaza de Canalejas) para la creación de un único complejo de usos múltiples: comercial, recreativo, hospedaje, oficinas y garaje.
Los trabajos en Canalejas afectarán a las fachadas protegidas. La reordenación urbanística incluye un subterráneo que se destinará a la red pública de autobuses, eliminando así las paradas en la calle. También contará con un garaje de cuatro plantas y 18 metros de profundidad con 450 plazas y una superficie estimada de 15.000 metros cuadrados. “Se generarán casi 5.000 puestos de trabajo directos e indirectos durante las fases de construcción y explotación”, ha afirmado el portavoz del Ejecutivo autonómico, Salvador Victoria.
La operación supondrá un aumento de la edificabilidad de 1.000 metros cuadrados, alcanzando los 47.330, de los que al menos 39.330 tendrán uso terciario y un tope de 8.000 será para uso residencial. La categoría de Gran Superficie Comercial no superará los 15.000 metros cuadrados. La altura máxima permitida será de 40 metros, lo que se corresponde con la coronación de la fachada del edificio de Alcalá, 12.
La comunidad, argumenta que incrementará la actividad económica de la zona y recuperará y pondrá en valor los edificios históricos afectados, actualmente vacíos, combatiendo así, el deterioro del patrimonio histórico-artístico. Organizaciones de arquitectos y de defensa del patrimonio, critican que los edificios hayan sido abandonados a su suerte, y que sobre su carácter histórico, al final prima el rendimiento económico.
