¿Sabías por qué se llama Lavapiés?

Existen muchas teorías para explicar el origen del nombre que identifica a uno de los barrios más eclécticos de Madrid.

Pese no ser técnicamente un barrio, y formar parte en realidad de Embajadores, la zona que rodea a la plaza de Lavapiés, es sin lugar a dudas una de las de mayor identidad propia de Madrid.

Tanto es así, que Lavapiés ha ido ‘conquistando’ calles, siendo hoy prácticamente un barrio con todas las letras. Embajadores ya es para muchos Lavapiés o, a lo sumo, Embajadores-Lavapiés.

¿Pero de dónde surge este curioso nombre? Existen hoy en día muchas teorías para explicarlo, no estando al día de hoy ninguna 100% confirmada.

En ese sentido, muchos argumentan que el nombre derivaría de la fuente que había en la plaza antaño, en la cual se hacía el lavado ritual de los pies antes de acudir al templo, dado que según hipótesis no contrastadas por documentos ni excavaciones, en su origen Lavapiés fue la judería o barrio judío de la ciudad.

Si bien es cierto que sí existía una fuente donde hoy está la plaza, se cree que era utilizada como fuente para beber, prácticamente descartando esta primera teoría.

Otra hipótesis indica que Lavapiés viene de la palabra «Abapiés» o «Avapiés», aunque tampoco se sabe qué significaría este nombre en su origen.

Así, la teoría que está más aceptada hoy en día es la que asegura que el terreno que abarca lo que es hoy el sur de la calle de la Magdalena (entre Tirso de Molina y Antón Martín) hasta Ronda de Valencia era surcado por varios arroyuelos que bajaban en forma de abanico hacia la actual plaza de Lavapiés.

Allí se unían y formaban un solo arroyo que bajaba por Miguel Servet hacia Embajadores, aunque este solo arrastraba agua cuando llovía.

Muchos paseantes se llevaban así una sorpresa cuando comenzaba a llover, mojándose los pies. Del hecho, de mojarse los pies deriva entonces la expresión de «lavarse» los pies y, así, el nombre del barrio.