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Porno de Autor, cuando Lars von Trier muestra su ninfomanía

Lars von Trier ofrece sexo duro por siete euros.  No, no se nos está prostituyendo. Se trata de Nymphomaniac, la última película de nuestro director europeo-danés, que ha resultado ser un éxito: todo el mundo habla de la película, ya sea para bien o para mal. Y eso es lo que tiene ser el director del momento, que no dejas indiferente a nadie.

Fotograma de la película | La protagonista, en una de las escenas más difíciles de su carreraCon esta entrada no quiero hacer una crítica de esta obra, sino analizar de cómo puedes llegar a ser un director consagrado… haciendo filmes políticamente incorrectos. Si no, no se explica que un mismo director haga un largometraje sobre personas que se divierten haciendo creer a la gente a la sociedad que tienen síndrome de down (véase sino The Idiots, una de sus primeras películas), o en plena era digital hacer un escenario de un poblado en un almacén con rayas dibujadas de blanco (como ocurre en Dogville). No, nuestro amigo Lars sabe llamar la  atención mucho más allá. Si tu película es demasiado convencional como fue en el caso de Melancholia, y ves que no va a ser recordada en los anales de la historia, pues presentas la película en Cannes y dices que sientes empatía por los nazis.

Las declaraciones sobre lo que Lars pensaba sobre el nacismo no fueron tomadas muy bien por la audiencia. Eso no fue grato para los organizadores del Festival de Cannes y vetó al director como persona non-grata. Fue un jarro de agua fría, y es que si vuelas muy alto, el sol te quemará las alas (como a Ícaro, el hijo de Dédalo). Eso no es como ahorcar a Bjork en pleno clímax musical (eso sí, en la ficción, en Dancer in the Dark) o como automutilar el clítoris a la pobre Charlotte Gainsbourg en Antichrist. Sus declaraciones sobre la apología nazi ocurrieron en la vida real, y no en la ficción. El público por eso permite que en sus historias Willem Dafoe deje morir a su bebé por tener un orgasmo, pero no consiente que el director justifique el exterminio de la II Guerra Mundial.

No obstante, el director sabe equilibrar sus polémicas con sus éxitos. Es el Lady Gaga del panorama audiovisual. ¿Qué ha hecho en esta ocasión para que llegue a ser polémico pero sin herir el sentimiento de la gente? Ya os lo he dicho, hacer una cinta porno de autor. Para aumentar el grado de morbosidad ha añadido al reparto rostros muy conocidos como Shia LaBeouf, Stellan Skarsgard o Uma Thurman. También repiten los actores musas del director, como lo son Willem Dafoe (que ya nos mostró un primer plano de sus testículos en el film Antichrist de Von Trier) y Charlotte Gainsburg (cuyo genital, ya no mutilado, nos vuelve a mostrar… de nuevo).

Asimismo, la polémica en esta ocasión no se debe solo a las escenas de sexo explícito que deleitan al espectador, sino también por su promoción. Habitualmente, cuando se estrena una película, la distribuidora y la productora aportan pases de prensa que suele ser un día o dos antes del estreno; de esta manera, los medios pueden valorar el largometraje y publicarlo en la prensa, la televisión o en la revista. ¿Qué ha hecho en este caso el director? Suprimir este pase de prensa y decir que el que quiera ver la película, que la pague. La prensa, entonces, decidió hacer complot a Nymphomaniac y decidieron no informar sobre este largometraje. No obstante, las expectativas sobre el film iban más allá y finalmente todos se han hecho eco de las idas y venidas de la película. ¡Todo salió a pedir de Lars!

En consecuencia una avalancha de personas han acudido al cine, convencidos de que se trataría de un versión moderna y pija de Garganta Profunda. Ahí la clave del éxito: el sexo vende; y si los que fornican son famosos, el triunfo está asegurado.

Pero el éxito de la película no se basa sólo en cifras y números. Eso sería muy superficial por nuestra parte. El adelanto más significativo que ha tenido la película es que puedas decir que has visto porno sin parecer pajillero, sino un auténtico ilustrado y un culto del séptimo arte (por eso es cine de autor).

En España, la principal distribuidora del filme es Golem, conocida ya por todos como las salas de cine más alternativa de todo el panorama cinematográfico español. Y aquí una de mis reflexiones sobre el cine experimental, ¿cuando el cine de autor se vuelve mainstream, deja de ser alternativo? Ahí os dejo la reflexión.

PD: Si queréis ver la película Nymphomaniac solo por las escenas de sexo os ahorro el trabajo: la prensa dice que es la peor película porno de la historia.

Asier Mendizábal Merino

Desde los 18 años me ha tocado vivir en numerosas ciudades: Berlín (Alemania), Londres, San Sebastián, Bilbao, Zaragoza... y ahora Madrid. Qué mejor manera de adentrarme en esta ciudad, que informándoos de las últimas novedades, curiosidades y demás extravagancias de la capital española. Soy técnico superior en producción de audiovisuales, radio y espectáculos; me licencié en Comunicación Audiovisual en la Universidad del País Vasco y actualmente estoy estudiando un máster de Periodismo Multimedia Profesional en la Universidad Complutense de Madrid. Estuve trabajando de editor y de ayudante de producción en Berlín durante cuatro meses. También he estado de redactor en el Grupo Vocento mientras me licenciaba. En Zaragoza, fui ayudante de producción en la productora "Factoría Plural" y trabajé en los programas "Dándolo Todo Jota" y "Aragón en Abierto", además de algunos especiales como el programa final de DTJ y la Cabalgata de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente en Zaragoza. Si alguien quiere contactar conmigo, puede utilizar mi correo electrónico asimendi@ucm.es.

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