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El Madrid entierra al Betis

Los jugadores de Ancelotti golean al equipo verdiblanco, que solamente probó a Diego López en una ocasión. Ronaldo y Bale, con la complicidad de Andersen, desatan la marabunta.

Morata celebra el quinto gol con Ronaldo. / Agencia EFE
Morata celebra el quinto gol con Ronaldo. / Agencia EFE

No hubo peor revulsivo para el Betis que la visita del Madrid, que pasó por Sevilla en una tarde soleada en la que doblegó al equipo de Garrido por cinco tantos a cero. No hubo consuelo para un equipo magullado, con once puntos en veinte jornadas, desde que Ronaldo endosó el balón en la escuadra derecha de la portería de Andersen. Un derechazo imparable en el minuto once que desató la marabunta. Se quedó sin respuesta el Betis, a excepción de algún destello fallido de Leo Baptistao, que al menos se empeñó en entorpecer la plácida estancia del Real Madrid.

Conducido por Modric, el mejor del encuentro, el equipo de Chamartín no tardó en imponerse. Primero vino el disparo de Cristiano y después el gol de falta de Bale. Un océano para el Betis, que vio como la hinchada recriminaba a Andersen su inacción. El danés se quedó petrificado en ambos goles, una metáfora de la situación del club de Heliópolis, que vive un tormento en lo institucional y en lo deportivo. El tiro de falta del galés entró prácticamente por el centro de la portería mientras el guardameta se quedaba estático.

Nunca ofreció verdadera resistencia el conjunto de Garrido, que vio como la afición mezclaba los pitos con los aplausos, siempre agradecida ante los esfuerzos de los jugadores. Todavía nadie comprende la destitución de Pepe Mel, un símbolo para los aficionados, huérfanos sin el míster madrileño, ahora en labores en el West Bromwich Albion. La hinchada se lo recuerda al presidente y a su sustituto, Juan Carlos Garrido, casi cada partido, como ocurrió ante los pupilos de Carlo Ancelotti.

Con el Betis desdibujado, el Madrid no tuvo la menor duda. Di María, Modric y Alonso, el molde que más le convence a Carletto estas últimas semanas, controlaron un encuentro, en lo ofensivo y en lo defensivo, que jamás vio peligrar el Real Madrid. El croata continúa creciendo cada encuentro. Es un jugador con mayúsculas, completo, capaz de jugar y de robar, de recortar y de asistir. Suya fue la jugada del tercer gol, driblando, con un solo amague, a dos defensas en el área para servirle el gol a Benzema, que suma ya una centena como jugador blanco.

Di María y Morata cerraron la goleada que se presagiaba al final del primer período. El argentino, más acertado que en otros encuentros, empaló un balón desde fuera del área que se coló por la base del palo izquierdo de la portería verdiblanca, y Morata puso fin a la marabunta tras un rechace en el área. El Madrid se fue del Villamarín tras una tarde plácida, sin sobresaltos, acostado con los mismos puntos que Barcelona y Atlético, que todavía deben disputar sus duelos dominicales ante Levante y Sevilla.

Diego Fonseca Rodríguez

Periodista graduado por la Universidad de Santiago de Compostela. Experiencia en prensa impresa, prensa digital y radio. Ahora mismo en la Agencia EFE.

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