De cine X de Madrid a «Sala Equis» como centro de ocio y cultura

Eso de reinventarse o morir es muy cierto, y si no que se lo digan al mítico cine Duque De Alba, aquel que por los años 70 y 80 se atrevió con la proyección de películas porno, y que tras dos años cerrado reabre sus puertas como la «Sala Equis«, un espacio de ocio, donde los protagonistas siguen siendo el cine y la cultura.

Son más de 700 metros cuadrados destinados al buen cine, conciertos, actividades culturales, ocio y gastronomía. Un multiespacio con diferentes áreas que incluyen una terraza de entrada; una gran sala con una pantalla para proyecciones, bancos de madera, columpios, y una barra donde podrás beber y comer; y la sala de cine, en la planta superior, donde se programarán mensualmente distintos ciclos temáticos.

Según Laura Suárez, una de las responsables de este centro, explica que la apertura de la ‘Sala Equis está ligado al proyecto cultural iniciado en ‘El Imparcial’, un local en la misma calle Duque de Alba centrado en la experiencia editorial y gastronómica y que cuando empezaron a imaginarlo «El proyecto sonaba a un sueño improbable» hasta convertirse en un nuevo lugar de encuentro para los cinéfilos.

Lo cierto es que la Sala Equis ha estado siempre ligada a la cultura. Entre los años 1913 y 1933 fue la redacción del diario El Imparcial, donde se elaboraba «Los Lunes del Imparcial», el suplemento cultural más importante de la época y que dejó espacio para las plumas de grandes nombres de la generación del 98, como Miguel de Unamuno, Pío Baroja o Azorín.

Fue en 1941 cuando empezaron a proyectarse películas clásicas como «Casablanca», «Lo que el viento se llevó» o «Sonrisas y lágrimas», pero fue entre 1979 y 1984 cuando comenzó su andadura con lo erótico, al girar su registro al género cinematográfico del destape, aprovechando el fin de la censura de la dictadura franquista.

Después de su cierre el 8 de marzo 2015 reabre para ofrecernos una programación diferente cada mes, por ejemplo, este mes de diciembre hay programados varios: ‘Grandes óperas primas’, ‘Cine y erotismo’, ‘Matinales fantásticas’ y ‘Nuevas visiones de Cine en Madrid’. Es decir, películas como ‘12 hombres sin piedad’, ‘Hiroshima mon amour’ o ‘Pepi, Luci y Bom y otras chicas del montón’.

Además, acudirán directores y actores porque quieren que sea un punto de encuentro y debate para hablar sobre cine. Este mes estarán Carlos Vermut y Jonás Trueba. Y también habrá espacio para la música, por ejemplo el día13 está dedicado a la copla.

Este cine de barrio que desde 1941 ha sobrevivido milagrosamente a sucesivos intentos de demolición, gracias al empeño de la familia propietaria, quienes han defendido su valor cultural y desde siempre han tenido en consideración el potencial de ese espacio como centro cultural.

También cabe destacar la figura de Rafael Sánchez, proyeccionista y maestro de ceremonias de la sala que comenzó a dibujar los carteles, ante la prohibición de exhibir material promocional explícito de las películas porno.  Sánchez ha pasado tres décadas deambulando entre los sórdidos pasillos de la sala o encerrado en un pequeño cuarto desconchado: la habitación de la planta superior en la que ponía su arte autodidacta al servicio de títulos como «Ensalada en colegio femenino, que no falte pepino». Allí, armado con cartulinas blancas y rotuladores Edding 3000, ha dibujado los carteles, que hoy comparten galería con artistas consagrados como Ricardo Cavolo o Boa Mistura.

Un humilde cartel sirvió a Sánchez como despedida del Cine X en 2015 “Por exigencias del guión hemos recorrido juntos un camino que empezó con Casablanca, pasó por la S de Emmanuel y terminó en la X de Rocco y compañía”, recuerda Sánchez. “La vida es un sueño y mi sueño es un cine de sesión continúa en el que se apagan las luces y nunca acaba la función”, pero a día de hoy abre sus puertas convirtiéndose en una sala histórica, rodeada de cultura y que se convierte en el punto de encuentro de todos los amantes del cine.