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Madrid, un lugar de culto a los demonios

Madrid tiene fama de ser muy religiosa y espiritual, tanto que desde el propio Ayuntamiento se promueven rutas turísticas de modalidad religiosa y católica. Recordemos que en 2011, el  Papa Benedicto XVI vino a Madrid para satisfacer a los creyentes en la Jornada Mundial de la Juventud.
No obstante, si el Papa llega a saber el afán que tienen algunos madrileños en adorar a Satán, decorando sus calles con monumentos en homenaje a él, quizás se replantearía volver. Y es que Madrid tiene referencias demoníacas en muchos lugares, tan sólo hay que fijarse con detenimiento en cada rincón de la capital.
Para ello, voy a enumerar algunos de los demonios más llamativos de la ciudad.
El Ángel Caído del Parque del Buen Retiro
Este es quizás el más conocido, debido a que se sitúa en uno de los puntos más frecuentado por turistas y una de las identidades de Madrid. Además está considerado como la primera estatua del mundo que hace referencia a Lucifer.
Para los que no hayan leído la biblia, Lucifer es ángel que fue maldito y que se rebeló en contra de Dios. Por ir en contra de la voluntad del jefe supremo, este personaje fue condenado para toda la eternidad.
Ricardo Bellver fue el escultor madrileño que realizó la obra, datada en 1877. El pedestal, en cambio, está elaborada por Francisco Jareño.
Bellver creó la estatua basándose en el Libro I de El Paraíso Perdido de John Milton.
Por su orgullo cae arrojado del cielo con toda su hueste de ángeles rebeldes para no volver a él jamás. Agita en derredor sus miradas, y blasfemo las fija en el empíreo, reflejándose en ellas el dolor más hondo, la consternación más grande, la soberbia más funesta y el odio más obstinado.
Algunos dicen que es coincidencia… otros que es una maldición, pero resulta que la rotonda en la que está situada la estatua está a 666 metros a nivel del mar. Esta cifra es muy representativa a la historia que lo rodea, porque según el Apocalipsis de Juan, el número 666 corresponde a la Bestia (ergo,  Satanás).
Los más optimistas también afirman que estos tres números corresponden a la vida y a la evolución humana, porque la suma de las tres cifras resuelven en dieciocho (6+6+6=18), que a su vez, los números uno y ocho suman nueve (1+8=9), que son los meses de gestación de un embarazo. Asimismo, si giramos el número 9, llegaremos a conseguir un 6, el número del comienzo. Si estáis más interesados en numerología de este tipo, podéis acceder a este blog, donde encontraréis más información.
Volviendo al tema de la estatua, cabe considerar que es más probable la teoría apocalíptica que la optimista, ya que el Lucifer del Retiro tiene rodeada una serpiente (que como todos sabemos tiene una connotación negativa por entregarle la manzana a Eva).
No obstante, si lleváis a alguien a este parque recomiendo un debate al respecto, porque para algunos, las serpientes, representan la sabiduría, como lo confirma el apóstol Mateo (10:16)
Mansos como la paloma y sabios como la serpiente
Otro dato, por si os sale en el Trivial Pursuit, según la etimología del nombre, Lucifer significa «portador de luz», ya que en latín se llama Lux fero.
¿Es entonces el Parque del Buen Retiro un lugar maldito?
Foto: Asier Mendizábal | La estatua es una de las atracciones del Parque, después del esatanque y el Palacio de Cristal
Escultura del accidente aéreo
Existen dudas sobre este monumento que está situado en la calle Milaneses, en el bloque número 3, cerca de la para de metro Ópera. En realidad, esta escultura pasa bastante desapercibida entre los viandantes, ya que está en lo alto del edificio.
Las especulaciones acerca de qué representa la estatua son muchas. La más común es que es una representación del Ángel Caído (por las alas gigantescas que tiene, la desnudez y por la posición de caída que representa). Pero recordemos: !Los ángeles no tienen sexo! Y este pájaro humano tiene puestos los genitales a vista de todos, lo que nos hace pensar que si es probable que no sea un demonio.
Otra teoría que existe al respecto es la posibilidad de que sea Ícaro, el hijo de Dédalo. La mitología griega cuenta de que Ícaro quería escapar de la isla de Minos, para ello, su padre le diseñó unas alas resistentes. Avisó a su hijo que no volara muy alto, porque el sol derretiría la cera de sus alas, de manera que caería y moriría. Echaron a volar padre e hijo, y como la reveldía adolescente era igual de mala en los jovenes aquella época como hoy en día, Ícaro desobedecío al padre y voló tan alto que se le desprendieron las plumas, cayendo al mar. La muerte de Ícaro muestra una de las primeras moralejas sobre hijos reveldes y Dédalo se convierte en uno de los primeros ingenieros aeronáuticos de la historia.
Fotografía: Asier Mendizábal Merino | La estatua da miedo, pero no por parecerse a Lucifer, sino porque parece que va a caer en cualquier momento
Escultura de Fausto
Si las anteriores estatuas te han sorprendido (o asustado), esta se «lleva la palma».
El monumento está situado en el Cementerio de Nuestra Señora de La Almudena, en la Avenida Daroca número 90. A la entrada se puede apreciar una capilla, en la que la cúpula está custodiada por una escultura. Es Fausto y no es fácil de ver, ya que los colores que forman la cultura se acoplan a la pigmentación del edificio. Fausto, tal y como podemos ver en la foto de abajo, sostiene una trompeta sobre sus rodillas.
La historia de este ángel es muy peculiar. Todo comienza con la inauguración del Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena (recordemos que es la patrona de Madrid). La apertura de la necropolis se realizó un año antes de los previsto, ya que por un golpe de cólera en la ciudad, las autoridades se vieron forzadas a abrir un camposanto nuevo, provisional. De esta manera, el lugar fue nombrado «Cementerio de Epidemias» y consta que se inauguró el 15 de junio de 1884.
Al comienzo, esta estatua fue puesta en la entrada del cementerio. Pero a los madrileños de aquella época, la escultura de Fausto les aterrorizaba, ya que era por todos conocidos que este ángel era el que anunciaba, según la Biblia, el día del Juicio Final. Con su trompeta alertaría a todos el fin de los días y con el sonido del instrumento resucitaría a los muertos. De hecho, la acción de oír la trompeta supone que tu muerte está cerca. Entonces empezaron a salir historias sobre que en algunas noches, el instrumento sonaba. Algunos madrileños aseguraban que veían a muertos andar por el cementerio mientras oían el sonido de una trompeta. Asimismo, el escándalo social aumentaba progresivamente.
En 1924, el terror ciudadano era de tal magnitud que las autoridades decidieron trasladar la escultura a la cúpula de capilla, para que la estu. Esta capilla fue creada por el arquitecto García Nava y es de estilo modernista. En este nuevo lugar, al estar menos visible para los visitantes del cementerio, permitió calmar los nervios de los ciudadanos.
… y recordar, sed buenos, ¡que en Madrid hay demonios en todas las esquinas y si os portáis mal, os verán e iréis al infierno!
Foto: Asier Mendizábal | Los demonios invaden Madrid ¡Qué nos pillen confesados!

Asier Mendizábal Merino

Desde los 18 años me ha tocado vivir en numerosas ciudades: Berlín (Alemania), Londres, San Sebastián, Bilbao, Zaragoza... y ahora Madrid. Qué mejor manera de adentrarme en esta ciudad, que informándoos de las últimas novedades, curiosidades y demás extravagancias de la capital española. Soy técnico superior en producción de audiovisuales, radio y espectáculos; me licencié en Comunicación Audiovisual en la Universidad del País Vasco y actualmente estoy estudiando un máster de Periodismo Multimedia Profesional en la Universidad Complutense de Madrid. Estuve trabajando de editor y de ayudante de producción en Berlín durante cuatro meses. También he estado de redactor en el Grupo Vocento mientras me licenciaba. En Zaragoza, fui ayudante de producción en la productora "Factoría Plural" y trabajé en los programas "Dándolo Todo Jota" y "Aragón en Abierto", además de algunos especiales como el programa final de DTJ y la Cabalgata de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente en Zaragoza. Si alguien quiere contactar conmigo, puede utilizar mi correo electrónico asimendi@ucm.es.

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