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El aparcamiento disuasorio de Aviación Española no cumple con sus expectativas medio año después de su apertura

El pasado 29 de julio el Ayuntamiento ponía en marcha un parking disuasorio en Aviación Española con el objetivo de intentar aliviar el intenso tráfico de la A-5 en el distrito de Latina. Cuenta con 344 plazas para coches, aparcamiento para bicicletas, espacio de carsharing, diez plazas para vehículos eléctricos y taquillas para recoger pedidos online. La intención es que sus usuarios dejen su automóvil allí y luego se desplacen hasta el centro en transporte público, ya sea en Metro (el recinto está al lado de la estación de Aviación Española de la línea 10), en autobús (líneas 17, 34, 39, 138 y 139) o en Cercanías (cercano a la parada de Las Águilas). Con todo, pasados unos meses desde su apertura y tal y como denuncian los colectivos vecinales, el uso del aparcamiento es mínimo y no dio solución al problema del tráfico en el Paseo de Extremadura.

Antecedentes

En realidad, a la parcela en la que está situada el parking ya se le estaba dando ese uso desde hace tiempo. Y es que antes de ser acondicionada, era utilizada tanto por vecinos como por personas procedentes de otras localidades como lugar en el que dejar el coche, si bien la zona era un barrizal sin asfaltar lleno de baches, con todos los peligros que esto entraña.

Zona donde se ubica el actual aparcamiento disuasorio de Las Águilas, antes de ser acondicionada. Fuente: Madrid Diario.

El Ayuntamiento tomó la decisión de ubicar allí el aparcamiento disuasorio en el marco de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, que puso en marcha José Luis Martínez-Almeida tras obtener el bastón de la ciudad y en substitución de Madrid Central. El plan contempla la construcción de hasta catorce estacionamientos periféricos, y el de Aviación Española fue el tercero en materializarse. El contrato salió a licitación por un millón y medio de euros, y fue adjudicado a finales de octubre por poco más de un millón. Las obras, con una duración estimada de ocho meses, comenzaron el 10 de noviembre, pillando desprevenidos a muchos usuarios que de un día para otro se encontraron con el entonces descampado cerrado y sin otra opción de aparcamiento.

El aparcamiento semilleno durante el Black Friday, período en el que fueron gratuitos como medida para favorecer el uso del transporte público. Fuente: I. Salgado.

Los colectivos vecinales no se oponían al adecentamiento de la parcela, pero sí querían evitar a toda costa el cobro por aparcar en un lugar que siempre fue gratuito. Es por ello por lo que iniciaron una petición en Decide Madrid, los presupuestos participativos del Ayuntamiento, en la que reclamaban la apertura del parking durante 24 horas —actualmente abre de 6:00 a 22:00 horas— y que no se privatizara, para evitar sobrecostes a los vecinos. La reclamación se extendió también a Change.org, al entender sus promotores que el problema no afectaba solo a los empadronados en Madrid. Como ejemplo, señalaban el caso de la avenida de Portugal, en donde también se construyó un aparcamiento en el que se impuso una tarifa de 110 euros a residentes. El Ayuntamiento respondía diciendo que son dos casos que “no tienen nada que ver”: “Los aparcamientos disuasorios son un punto fundamental de la estrategia del equipo de Gobierno por una movilidad sostenible”, declaraba el regidor a Madrid Diario.

Lo cierto es que, al igual que ha ocurrido en otros barrios de la capital, algunos de los aparcamientos disuasorios construidos bajo el paraguas de Madrid 360 no alcanzan un mínimo de ocupación que justifique su construcción. Tanto es así que recientemente el propio Martínez-Almeida anunciaba la “suspensión temporal” de la urbanización de nuevos parkings bajo el pretexto de que la movilidad ha descendido a causa del trabajo. En concreto, en ese momento se desistieron los contratos ya licitados de los recintos de Villaverde Bajo-Cruce y Tres Olivos, y se ‘aparcaron’ los proyectos de los restantes: Canillejas, Aravaca, Barajas, Puerta de Arganda, Paco de Lucía, Valdebebas y Mar de Cristal. “En este momento no se están cumpliendo las previsiones que se hicieron en los estudios de movilidad durante la pasada legislatura y que justificaban este programa de estacionamientos disuasorios. Es prudente, razonable y de sentido común suspenderlo temporalmente”, zanjó el alcalde.

Fuentes: Plataforma de Contratación del Sector Público, Madrid Diario (I), Madrid Diario (II), Decide Madrid, Change.org, Europa Press.

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