Madrileando

¡Cómo ha cambiado La Fortuna!

El pasado 30 de octubre se cumplieron 55 de la inauguración oficial del barrio de La Fortuna, pero ¿cómo surgió este barrio de las afueras de Leganés?

Imagen del libro "50 años de La Fortuna"
La Fortuna en 1961. Imagen del libro «50 años de La Fortuna»

Tenemos que retroceder hasta la España franquista, exactamente a 1959, cuando un grupo de familias tuvieron que trasladar su residencia en la finca La Fortuna en Orcasitas a estos terrenos de Leganés. De esta manera, Domingo Dos Santos, llamado «El Portugués» trapero de profesión funda un barrio al que llama La Fortuna, en honor a su mujer, Fortunata. Se empiezan a construir las primeras casas bajas, creando el primer núcleo urbano del barrio, que comprendía las calles Fátima, San Bernardo, San José, San Alfonso, Santa Teresa y la actual San Felipe. Todos los nombres de las calles eran en honor a sus hijos y amigos. La casa de la familia Dos Santos estaría justo en la Plaza de La Fortuna. En el primer año de vida de La Fortuna vivieron unas 120 familias.

Casa de Domingo Dos Santos en la Plaza de La Fortuna (1960). Imagen del libro "50 años de La Fortuna"
Casa de Domingo Dos Santos en la Plaza de La Fortuna (1960). Imagen del libro «50 años de La Fortuna»

Según crecía el barrio iban llegando la luz eléctrica y el agua potable. También se abrió una entrada desde Madrid, y la escuela se convertía en iglesia los domingos. Con un casco urbano ya creado la fundación oficial del barrio tiene lugar el 30 de octubre de 1960.
Por entonces el barrio carecía de transporte público para ir hasta Madrid, por lo que piden al Ayuntamiento de Madrid una línea de autobuses que uniera el barrio con la Glorieta de Embajadores. Las llamadas camionetas no llegarían hasta 1963. En 1967 el Arzobispo de Madrid crea la parroquia de San Fortunato, que había sido designado patrón del barrio.
A finales de los 60 y los 70 el barrio crece por la llegada de nuevos habitantes que venían del ámbito rural, sobre todo de Extremadura. «Nos vinimos al barrio en 1974. Por entonces ya no solo había casa unifamiliares, pues ya se habían construido edificios de dos y tres plantas. Nuestro piso nos costó unas 300.000 pesetas», nos comenta un vecino extremeño del barrio.
Con el barrio prácticamente construido, en 1974 se inaugura la actual parroquia de San Fortunato. En el mismo año se inaugura el primer colegio público Gonzalo de Berceo. El barrio también contaba con el cine Fortuna, en la calle San Justo.
Con la llegada de la democracia se cambiaron el nombre de algunas calles, entre ellas la Avenida de la Victoria, en honor a una hija de Domingo Dos Santos, se cambió por Avenida de la Libertad. En 1981 se inaugura el primer Jardín de Infancia y se construye el parque Serafín Díez Antón, en honor a dicho concejal que murió el año anterior.
En los años 80 se llevan a cabo mejoras urbanísticas en el barrio como nuevas entradas al barrio, saneamientos de agua, la construcción del Instituto de La Fortuna y un nuevo colegio público Giner de los Ríos. Durante la década de los 80 el barrio también tuvo que hacer frente a los problemas de la droga y el VIH.
En los 90 se abre el Centro de Salud Marie Curie, se crea la Junta de Distrito de La Fortuna y se crearon nuevos accesos al barrio. También a principios de esta década se terminó la M40 que ponía a los fortuneros en 10 minutos en Madrid. El transporte público mejoró mucho en el barrio, pues ya habría tres líneas de autobuses que pasarían por el barrio y conectarían Madrid con Leganés. En tema de deporte, el CD Fortuna sube a Tercera División.

Fotografía del Polideportivo La Fortuna remodelado. Imagen del libro "50 años de La Fortuna"
Fotografía del Polideportivo La Fortuna remodelado. Imagen del libro «50 años de La Fortuna»

Ya en el siglo XXI se crean nuevas edificaciones en terrenos vacíos del barrio y se terminan con todas las chabolas que existían. También se empieza a construir el centro comercial Avenida M40 y la Ciudad Deportiva La Fortuna. Además también se renueva el Polideportivo La Fortuna. Estas nuevas edificaciones harían crecer el barrio. Además el barrio también crece por la llegada de familias de inmigrantes.

Los vecinos de La Fortuna cortan la M40 para pedir una parada de metro (2001). Imagen del libro "50 años de La Fortuna"
Los vecinos de La Fortuna cortan la M40 para pedir una parada de metro (2001). Imagen del libro «50 años de La Fortuna»

Si algo hay que decir sobre el barrio de La Fortuna es la unión que siempre ha identificado a este barrio, y todo lo que han luchado para conseguir mejoras para el barrio. Una de estas luchas fue la de conseguir que el barrio tuviera una parada de metro. Ante la negativa de las autoridades, en 2001 los vecinos del barrio decidieron manifestarse cortando la carretera M40. Tendrían que esperar 9 años para que el suburbano llegara al barrio. El 5 de octubre de 2010 se inauguraba la estación de metro La Fortuna, situada en un remodelado Parque Serafín Díez Antón. Durante las obras del metro visitaría el barrio el Rey Juan Carlos I. Ese mismo año se cerró el centro comercial tras seis años de existencia por una orden judicial. No será hasta el próximo abril de 2015 cuando se vuelva a reabrir. En los últimos años también se está luchando por recuperar las urgencias del centro de salud todos los días, y por una mayor presencia policial en el barrio.

Visita del Rey Juan Carlos I a las obras del metro. Imagen del libro "50 años de La Fortuna"
Visita del Rey Juan Carlos I a las obras del metro. Imagen del libro «50 años de La Fortuna»

Así ha evolucionado este humilde barrio de 120 familias de traperos sin agua, sin electricidad, sin transporte público, a un barrio de 12.885 habitantes (según INE 2012), con dos colegios, un instituto y otro en marcha, centro de salud, centro comercial, líneas de autobuses, parada de metro, calles peatonalizadas, etc. Se ha convertido en un barrio próspero y ha demostrado que si quieren algo lo conseguirán.

Fortuna del barrio La Fortuna en la actualidad. Imagen del libro "50 años de La Fortuna"
Fortuna del barrio La Fortuna en la actualidad. Imagen del libro «50 años de La Fortuna»

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