Madrileando

Sabor de la abuela en la Cocina de mi Vecina

Zanahorias, dulce de leche, nueces, oreo y chocolate, algunos de los ingredientes que he tenido el placer de saborear en deliciosas tartas caseras que es arte hecho en La Cocina de mi Vecina con ese sabor que solo da la dedicación, el amor y los pequeños detalles, como si fuera preparado por las manos de la abuela.

En pleno corazón de Malasaña, por la Corredera Alta de San Pablo, llegamos a un pequeño local que atrae con su colorido y delicioso mostrador lleno de tartas, brownies y galletas que hace agua a la boca e invitan a probar. Apenas abres la puerta, el calor de hogar, el olor a café y los múltiples olores dulces se apoderan del sistema nervioso e inquietan al sentido del gusto. Ya una vez adentro, es inevitable dar vuelta atrás.

 

 

Las amables meseras te entregan la carta y en ella encuentras catorce opciones de tartas caseras. Allí comienza el problema, no se sabe cuál será la elegida para ser probada, además, de la variedad de bebidas calientes y frías para acompañarla.

«En La Cocina de mi Vecina conseguimos la ‘Fusión entre Arte y Placer’.
Todos nuestros productos son 100% caseros, elaborados con el cariño y la calidad que nos distinguen.”

Tres años de endulzar el paladar

Foto tomada del Facebook de la Cocina de mi Vecina

El veinticuatro de abril del 2013 fue el día que La Cocina de mi Vecina abrió sus puertas y dio la oportunidad a los visitantes y residentes en Madrid de probar las creaciones suculentas de su repostera Amanda Fuentes. El horario de atención es de  lunes a jueves de 10.00 a 22.00, viernes y sábados de 10.00 a 0.00 y domingos de 10.00 a 22.00.  Cada porción de tarta tiene un costo de 3.60€.

Como extranjera, La Cocina de mi Vecina se convirtió en ese lugar en que las remembranzas y la nostalgia del hogar se calman con una porción de tarta casera y un delicioso café.

 

 

 

Ubicación

 

 

 

 

 

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