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SAONA: Bueno, bonito y barato

El Grupo Saona continúa su expansión en Madrid tras la apertura de su séptimo restaurante en la capital.

Restaurante Saona en Madrid. Fuente: gruposaona.com

Por menos de diez euros, el restaurante Saona ofrece a sus clientes una experiencia gastronómica de sobresaliente. Todo lo que rodea al local está cuidado al más mínimo detalle. Su decoración al más estilo balear te cautiva y te hace sentir en un auténtico restaurante de alta cocina con tan solo pisarlo. El lugar pasa sobradamente la prueba de un diseño excelente tanto en el ambiente como en cada uno de sus platos, un trato amable de cara al cliente y un entorno agradable para disfrutar de la comida. 

A pesar de los rumores, tal y como ha querido aclarar en entrevistas a otros medios Gonzalo Calvo, fundador del grupo, los productos que se ofertan en los restaurantes Saona no son de Quinta Gama, sino que disponen de una cocina central (en una nave industrial) en la que únicamente se preparan algunas de sus salsas y cremas. Con este método, a la vez que se prescinde de puestos de trabajo en la cocina, el restaurante consigue mayor eficiencia y calidad en el producto.

Una de las opciones de plato principal de Saona. Fuente: Aroa Calvo

A pesar de ello, la presentación, el sabor y la apariencia de cada uno de sus platos hacen comprobar al que degusta sus comidas que no es necesario gastarse mucho dinero para poder disfrutar de un buen plato. La presentación de los alimentos es ideal. Sin mirar la cuenta podríamos creer que estamos en un auténtico restaurante de diseño. El sabor, otro tanto; la mejor y más sabrosa cocina mediterránea (y con bastante variedad de elección) en un atrevido y moderno menú del día.

Cada comensal paga por el menú de Saona un precio de 11,90 €. En él se incluyen primer y segundo plato y postre, la bebida se suma aparte. Con ello, la carta abarca bastante variedad de alimentos.

Uno de los postres del restaurante Saona. Fuente: Aroa Calvo

Como entrante, podemos elegir desde unas míticas croquetas caseras hasta un ramen de pollo con infusión de ponzu cítrico o unas deliciosas tortitas de atún sobre aguacate y mahonesa de wasabi.

El plato principal ofrece incluso más variedad; diversidad de carnes, un arroz meloso de pato y alcachofa o solomillo de pollo en salsa Camembert, patatas a lo pobre y jamón ibérico, entre muchos otros.

Por su parte, el postre deja el listón muy alto y pone bastante complicado lo de decantarse por uno de ellos; tarta banoffe, helados, gruta açai con yogurt griego, frutas y granola, tarta de queso, de chocolate…

Saona es ideal para una comida con amigos, en grupo o en pareja. Dejando de lado que el ambiente y el local es idóneo para ello, este restaurante también permite servir los platos “para compartir”, por lo que, de este modo, los clientes pueden disfrutar y probar más variedad de platos en compañía de sus allegados.

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