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Entrevista: Elena García Quevedo, la voz de los sabios

 

“El viaje, la gente, los mitos, la vida, el alma humana y preguntar siempre han sido y son mis maestros”. Así habla de su trabajo Elena García Quevedo, doctora en Ciencias de la Información, periodista en activo, guionista, escritora… Su nuevo libro ‘La voz de los sabios’ publicado por Ediciones Luciérnaga, aún huele a páginas recién horneadas. Ella deja hablar a sus protagonistas y Cibercom, quiere que sea su voz la que se escuche.

Shabad Avtar SingConocí a Elena en el pre-estreno en Madrid de la película Invierno en Bagdad. Apostaba con su primer guión en cine junto a Javier Corcuera. Era el año 2005 y pocos pueden presumir de acertar a la primera. Fue ‘Biznaga de plata’ en el Festival de Málaga «a la mejor película documental», Primer premio en el Festival de Montevideo y «Premio a la mejor película documental» en el Festival de cine latino de Los Ángeles.

Antes ya había estrenado su obra de teatro El olor del café en 2004, en el que proponía “un viaje al interior de una casa, de sus habitantes y de una guerra”. “Una obra de teatro urgente que nace con la necesidad de decir cosas que deben ser escuchadas inmediatamente”, según la guía Metrópoli de El Mundo. Luego participó en el guión  La voz de las piedras en Invisibles, que recibió el Premio Goya 2008 a la mejor película documental y en ¿Generación Perdida? para el programa Documentos TV de Televisión Española.

Volvimos a reencontrarnos hace un mes, en la proyección de la película Sigo siendo del director y amigo Javier Corcuera. Allí me comentó que su último libro La voz de los sabios se publicaba el 26 de noviembre y conociendo su prosa cercana, siempre tan íntima y constructiva, la animé a que me contará más.

Viajera Incansable

Quedamos en vernos en una tetería de Lavapiés, quizás como homenaje a esos días increíbles que compartimos en el Festival de Cine del Sáhara hace ya siete años. Quiero ponerme al día de su vida, saber todo sobre su último libro, así que mientras reposa nuestra bebida, la bombardeo a preguntas. Ella, como siempre, responde con una sonrisa en los labios y un semblante de paz interior, de sosiego, que me anima a tomarnos la charla con calma.

P. ¿Cómo termina una chica nacida en la estepa castellana recorriendo el mundo?

R. Creo que cuando comencé a trabajar como corresponsal en Jerusalén para la Cadena Ser, aprendí a mirar de otra manera. Descubrí la diversidad, la guerra, el lado oscuro del ser humano, pero también la necesidad de paz y esperanza. En cada rincón descubría un milagro y no quise dejar de buscarlos por otros rincones del mundo,  pero también en la esquina de nuestra casa.

P. Es cierto, porque también conoces España…

R. Después de Jerusalén, regresé a Madrid y, mientras me asomaba al mundo del cine, comencé a colaborar en revistas como Geo. Realicé una serie de reportajes que me llevaron a recorrer pueblos y pasajes recónditos en tren, autobús, a pie… Descubrí una nueva visión, la de los abuelos. Con estos sabios aprendí a conocer la sabiduría de la tierra, las tradiciones y leyendas de nuestra cultura.

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P. Precisamente tu último libro se titula así La voz de los sabios. ¿Está inspirado en esta etapa de tu vida?

R. Creo que éste y todos mis otros guiones y libros tienen parte de estos hombres y mujeres mayores, nacidos antes del auge tecnológico. Su vida ha sido un gran viaje de superación, han vivido la guerra en primera persona y han aprendido a sacar lo mejor de ellos mismos y del tiempo que les ha tocado vivir: pura esencia vital.

P. ¿Qué nos pueden enseñar estos testimonios?

R. Este libro es un viaje a través de la sabiduría vital de veinte personas de edad que son reconocidas en su entorno por su relación de equilibrio con la tierra, por haber sabido sacar lo mejor de si o, como anónimos alquimistas, haber sabido destilar la esencia de vida para atravesar las crisis y crecer con ellas. Pero también es el resultado de una búsqueda personal que comenzó hace muchos años cuando sentí que no estaba contenta con mi vida y tampoco sabía qué hacer para cambiar. Había claves que no tenía o debía haber olvidado; todos lo habíamos olvidado. Ahora, además, vivimos una crisis sin precedentes, nuestra forma de vida, valores y el sistema en el que estamos inmersos están en jaque. Da la impresión de que hemos olvidado cómo estar en equilibrio con la naturaleza y con nosotros mismos. Sin embargo todo está ahí, nunca se fue.

P. Pero tú has concido sabios por todo el mundo…

R. Precisamente. Gracias a mi trabajo, pero a veces también por pura necesidad personal, busqué sabios humildes fuera de España que tuvieran claves de vida heredadas. Así, descubrí pueblos respetados por su sabiduría ancestral donde esas esencias vitales las tienen los mayores. Los abuelos son guardianes del futuro de todos y como a tales protegen: ellos  sostienen el hilo de la memoria y tejen con él.

P. Recoges testimonios en tu obra de teatro “El olor del café”, donde das voz a las mujeres que trabajan por la Paz en Palestina e Israel; la Comunidad El Encanto de Colombia habla en “La voz de las piedras” y también cedías la palabra en tu primera novela “La voz de la tierra y la mujer chamán”. ¿Por qué ahora los ancianos?

R. Quizás porque llegó un momento en que el hilo parecía roto en mi mundo. En mis viajes por Asia, América Latina o África, los abuelos estaban apartados y no habían querido –o sabido– transmitir su saber. Los conocimientos milenarios aquí parecen abocados a la desaparición, las claves de vida olvidadas y ya sabemos. Pero comencé a viajar con los mismos ojos por España y descubrí hombres y mujeres que también tienen saber ancestral, abuelos y abuelas reconocidos en sus comunidades por su sabiduría a quienes personas de su entorno acuden para pedir consejo. Aquí también hay portadores de esencias ancestrales que tejen con el hilo de la memoria.

Muchos son héroes anónimos en cuyas vidas a veces no ha faltado el hambre, las crisis, las guerras o la enfermedad, pero han sabido sacar la mejor esencia de cada  momento y fortalecerse con ella.

P. ¿Algún personaje que te haya marcado en particular?

R. Todos y cada uno de ellos. Creo que fue determinante Piedad Isla. Tenía 80 años y con su cámara de fotos amaba la tierra y se comunicaba con ella. Creó un museo etnográfico para que sus vecinos conocieran sus raíces, de dónde venían. El día que iba a entrevistarla por segunda vez, ingresó en el hospital y murió. Lloré aquella pérdida como si fuera parte de mi familia porque sentí que se iba un pedazo de mí. Pero también me enseñó la importancia de divulgar el conocimiento de abuelos como ella, últimos herederos de nuestro saber milenario, los albaceas de nuestra cultura.

Hubo otras entrevistas que me llegaron por trabajo, como a José Luis Sampedro que, si bien era humanista, economista, académico de la lengua y reconocido escritor, también me dio en aquel encuentro claves de vida. Me mostró esa visión global capaz de dar pistas para afrontar el momento,  la experiencia meditada y sólida –esencias de vida– que buscaba para este libro y, ante todo, la voluntad en él de que su memoria y su sabiduría sirvieran a otros para tomar las riendas de su destino.

Pero también están Cruz y su frase “Mira las flores qué humildes y felices son”, o Rita, del Consejo de las 13 abuelas indígenas que asegura que “La tierra te enseña si vas a ella con humildad”, Pío, Marina de las Alpujarras, Pilar, Margarita, la abuela Marianne o Agustín el hortelano…

P. Me imagino que seguirás viajando por la vida y el mundo para poder escribir más libros como “Viajes que despertaron mis 5 sentidos”. ¿Dónde estarás mañana?

R. De momento, me quedo por aquí. El libro se presentó en el Museo de la Evolución de Burgos hace una semana y en Madrid será el 14 de enero, en Blanquerna, de la mano de Olga Lucas.

Además, en febrero se publicará en castellano e inglés Luz, la niña chamán. Es una pequeña que vivió en Atapuerca hace unos 400.000 años. Pero si quieres saber más, tendrás que esperarte al día 22 de febrero y venir a su presentación en el Museo de la Evolución Humana de Atapuerca. Hay que mantener el suspense.

P. ¡De acuerdo! Solo una última pregunta que siempre me ha intrigado. Viendo que haces tantas cosas diferentes y todas con éxito… ¿qué te sientes más periodista, guionista, escritora o viajera?

R. ¿Y tú me lo preguntas? Yo soy una.  Amo mi profesión de periodista y me he entregado a ella con una vocación completa. Lo he dado todo, todo… ¡Tú sabes hasta que punto! Cada reportaje, cada viaje, cada entrevista son periodismo, pero también son voces que luego me permiten crear personajes e ir más allá para inventar historias. El periodismo me ha permitido (y me permite) estar en el mundo con una mirada crítica y necesitar contarlo. Pero siempre he buscado contar historias pequeñas, diferentes.

Muchas veces no he encontrado cauces en el periodismo para contar lo que he encontrado…¡Paradoja! Las puertas del periodismo a veces son tan pequeñas… La primera vez que me dijeron que una historia hermosa no la querían porque no vendía supe que debía buscar otros cauces para contar lo que estaba viendo. Y me resultó fácil porque esos cauces estaban dentro de mi: escribo historias y cuentos desde los siete años.

La literatura y el guión me han permitido dar vida a realidades posibles a las que, en principio, he llegado como periodista. Sigo siendo la misma persona que estudió periodismo para contar historias de verdad…y poner mi granito de arena para hacer mejor este mundo de todos.

 

Hace ya rato que hemos terminado con los pastelillos árabes y con el té. Elena se levanta, nos damos un gran abrazo (de esos de verdad, que te reconfortan), se cuelga su bolso y se va a toda prisa. En media hora la entrevistan en la radio para promocionar su último libro. ¿Os he contado que se titula “La voz de los sabios y que no os lo podéis perder”? Seguro que nos enseña a todos a ser mejores y a escuchar. No todo lo nuevo es mejor… ni de lejos.

Karmen Pascual

Karmen Pascual

He hecho tantas cosas, he trabajado en tantos sitios, que ya ni los recuerdo. Aunque hice mis pinitos en radio, prensa diaria y televisión, mi profesión me ha llevado a escribir, mi gran vocación. He firmado en revistas nacionales como 'El mueble', 'Ser padres', 'Mía' o 'Man'; editado publicaciones como 'Traveller' o 'Casa al día'; coordinado y lanzado nuevos proyectos como 'Living at home' o 'Casa práctica' y nuevas paginas Web como 'infofutbol.com' o 'serpadres.es'. También he trabajado en gabinetes de comunicación como 'Acción Médica' o la ONG 'FEBHI' y revistas corporativas como 'Farmacéuticos' (Acción Médica) o 'Correos' (Reporter). Pero aún así, si tengo queresumir mi vida, me quedo con mi familia, mis amigos, mi tierrina y con mi maleta siempre lista para viajar a donde el viento me lleve. Hoy estoy haciendo un Máster de Periodismo Multimedia en la UCM. Mañana... ¿quién sabe?

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