MadrileandoOpinión

Chocolate y churros para este invierno madrileño.

Extranjero que se respete debe deleitarse de una taza de chocolate con churros madrileños en invierno.

Muchos llegamos de continentes lejanos y el frío es algo que nos hace tiritar de solo pensar cuando tengamos que enfrentarlo. La ropa térmica se apodera de nuestro guardaropa y la nostalgia de las bebidas típicas de nuestros países aparecen incesantes.

Soy de Bogotá, Colombia y a pesar que mi ciudad es considerada la nevera de mi país, el cambio climático ha hecho estragos y las heladas son más soportables que en la época de los 40, cuando los abuelos usaban vestidos de paño, abrigos hasta los tobillos y sombreros que cubrían celosamente las cabezas para soportar los vientos gélidos de la época.

Al anunciar mi estadía estudiantil en Madrid, las recomendaciones para soportar frío llegaron desde varias direcciones, pero llego a mi una recomendación infaltable para todo extranjero que pise tierras madrileñas: No puedes sobrevivir un invierno sin probar el chocolate con churros de la Chocolatería Valor.

Bienvenido Solsticio de Invierno

El miércoles 21 de Diciembre, la noche más larga del año,  Madrid daba la bienvenida a la estación que nos cubre de ropa hasta las orejas: Invierno.  Celebrando la fiesta de luces y farolillos en el río principal de la ciudad, grandes y pequeños disfrutan de un show de Fuegos pirotécnicos que nos preparan para  recibir los próximos grados menos cero que se avecinan durante los siguientes 3 meses.

Mi familia madrileña me dio en la vena del gusto llevándome a la chocolatería el Valor ubicada por Callao. Al fin probaría el famoso chocolate y los churros de los cuales venía escuchando desde que anuncié mi nuevo hogar en España. Solo una palabra define mi experiencia en este lugar: Exquisito.

Más espeso y dulce que el chocolate colombiano, pero con la combinación de los suaves y esponjoso de los churros, me dejaron de una pieza. Es un efecto inmediato de calefacción. Sin duda el invierno será más llevadero con una taza de chocolate madrileño.

Maestros chocolateros desde 1881

Valeriano López, un artesano de Villaoyosa, Alicante, arrendaba sus servicios a familias valencianas interesadas en preparar en sus propias casas chocolate a la taza. A raíz del éxito que tenía en la labor de enseñar a otros a elaborar la materia prima de esta suculenta pieza culinaria, decidió fabricar chocolate en su casa para venderlo todos a  los que les interesaban tener una taza sin pasar por un largo proceso para disfrutarla..

Fueron dos décadas en las que Chocolatería Valor enfrentó una crisis económica por culpa de la política de autarquía económica e intervencionismo estatal en la cual obligaban a todas las fábricas de chocolate a cupos y contingentes de materias primas,                                                                               además del sometimiento y control de la Comisaría de                                                                                                 abastecimientos.

A mitad de los años 50, Valor empezó a recuperarse mejorando sus instalaciones y elementos de producción con pocos recursos económicos. En los años 60 da un giro a su actividad y comienza a hacer realidad  Chocolates Valor del futuro haciendo que la industria chocolatera y el chocolate ocupen una nueva posición en el mercado de bienes de consumo. A mediados de los 70 la chocolatería se reestructura permitiendo doblar la capacidad de producción.

En la actualidad cuentan con 30 franquicias repartidas por toda España, teniendo presencia en ciudades como  Valencia, Barcelona, Madrid, Vigo o Alicante.

Nota: Si quieres deleitar tus sentidos con esta experiencia, acá encuentras el link para ir al sitio en la que esta bogotana estuvo

 

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