CulturaTeatro

Una visión de Lorca en la posguerra

Cartel 1941 Bodas de sangre
Cartel de la obra. Foto: Centro Dramático Nacional

‘Teatro dentro del teatro’, ‘usar el lenguaje del teatro para contar un relato que trata sobre él’. Podríamos estar hablando de algo parecido al, en caso de que exista,  metateatro, esa es la idea que mejor define la adaptación de la tragedia lorquiana “Bodas de sangre” que Jorge Eines lleva al Teatro Valle-Inclán de Madrid. La pieza se representará en la Sala Francisco Nieva hasta el próximo 12 de enero de 2014.

“1941. Bodas de sangre” supone el primer acercamiento de Eines como director a la obra del dramaturgo granadino. La trama discurre en 1941, difíciles años de la posguerra española,  donde los actores de una compañía teatral se enfrentan al reto interpretativo de representar la obra del poeta, considerado éste una figura controvertida en aquel momento.

La pieza entremezcla la tragedia lorquiana que cuenta con elementos esenciales de la obra del escritor como el amor, la muerte, el componente social y, sobre todo, la posición de la mujer, con la dificultad que Eines añade a la obra situándola en la década de los cuarenta en España, que aporta más dramatismo e impacto a la exitosa obra que se estrenó en 1933.

Un cartel de lujo acompaña al director argentino en su viaje. Entre ellos, se encuentran Mariano Venancio –que realiza una interpretación triple con los papeles de padre, suegra y vecina– Jesús Noguero, Carmen Vals o Beatriz Melgares, entre otros.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *