Un museo para los amantes del Coleccionismo
Cuando llegan a Madrid y preguntan qué museos merece la pena visitar en el centro de esta gran ciudad, la mayor parte de personas a las que pregunten responderán: El Museo del Prado, El Museo Thyssen-Bornemisza o El Museo Reina Sofía. Lejos estarán de pensar que muy próximo a ese conocido “Triángulo del Arte” se encuentra un museo para nostálgicos y amantes del coleccionismo, El Museo Lázaro Galdiano.
Si algo tiene de contradictorio y anecdótico este museo, es estar situado en pleno centro de la ciudad y pasar desapercibido entre grandes edificios del Paseo de la Castellana, lo que hace inimaginable su presencia a visitantes llegados de fuera, que buscan disfrutar de unos días culturales en la capital.
Localizado en plena calle Serrano, sus estancias nos trasladan a otro tiempo, concretamente al comienzo de la andadura de José Lázaro Galdiano en 1888, un joven apasionado de la cultura, que muy pronto desarrollaría una pasión aún mayor por el coleccionismo. Pasión que no cesaría a lo largo de su vida, llegando a reunir casi 12.600 piezas, presentes hoy en este museo.
Un recorrido por la historia y la cultura a través de tres colecciones que reúnen hoy una serie de piezas en torno a la búsqueda casi obsesiva de diversas obras de arte. Procedentes de tres colecciones, como Madrid, París o Nueva York y que, aún hoy. sobreviven al paso del tiempo en esta institución madrileña, que acoge todas ellas en un inmenso edificio distribuido en plantas, todas ellas visitables.
Desde sus orígenes hasta la actualidad y dependiendo de los lugares que visitó Galdiano a lo largo de su vida, su obsesión abarca todo tipo de elementos, que recorren cronológicamente la historia a través de ámbitos tan variopintos que van desde el mobiliario, pasando por el dibujo o pintura, a medallas, joyas, platería, arqueología, cerámica, armas, esculturas, abanicos, estampas, textiles, vidrio o sigilografía, entre otros.
Las colecciones, se encuentran perfectamente documentadas y distribuidas en vitrinas y cajones, que los visitantes pueden ir abriendo voluntariamente para encontrar nuevas colecciones, dentro de otras colecciones.
Además, el Museo Lázaro Galdiano, en su afán de investigación y conservación del patrimonio cultural, cuenta con pequeñas joyas entre su exposición, como una serie de inéditos cuadros de Goya, Murillo, Velázquez, El Greco o El Bosco.
Una manera de acercarnos un poco más a genuinas piezas culturales y dejarnos llevar a través de este recorrido histórico, por ostentosas joyas, armas, monedas y obras de arte, que nos acercan un poco más a las trepidantes y románticas historias de quien en su día fue un apasionado y obsesivo coleccionista de arte.
