Un mercado en el que los libros también se venden al peso

El Mercado de San Fernando, situado en el céntrico barrio de Lavapiés, es el punto de encuentro de familiares y amigos que se acercan atraídos por sus especiales puestos.

Es un edificio diseñado por el arquitecto Castro Fernández Shaw construido al término de la Guerra Civil. Fue inaugurado en 1945 para alojar el mercado que anteriormente se establecía al aire libre.

Pese a que es municipal, quien controla el funcionamiento del mismo es la propia Asociación de Comerciantes del Mercado de San Fernando (alquiler de locales, mantenimiento del edificio y gestión del presupuesto del que disponen…).

Su encanto reside en que no sólo se promueven las compras sino que gracias a su acogedor y festivo ambiente -debido a la música en directo, los puestos de degustación y demás actividades- se invita a los visitantes a pasar su tiempo libre allí.

Está compuesto por una amplia variedad de puestos: alimentos frescos, bodegas, librerías, bares, cafeterías, tiendas, artesanías y regalos, delicias de la tierra, comida preparada, entre otros.

Uno de ellos es el llamado La Casquería, un local en el que se conjugan elementos que no suelen ir asociados el uno al otro como pueden ser los libros y una balanza.

Esto es así puesto que se dedican a vender libros al peso. Ellos mismos en su sitio web se definen como «un proyecto colectivo que pone en valor el reciclaje y la recirculación de la cultura y el libro (como su soporte material) a través de la venta de libro usado a bajo precio».

Es decir, se trata de revalorizar libros de segunda mano que previamente han arreglado y limpiado ellos mismos, para que los clientes elijan los que quieran, con un precio marcado en kilos, y después de pesarse, se pagan (concretamente, a diez euros el kilo).

En torno a este negocio surgen muchos interrogantes a los cuales, José, voluntario en La Casquería, ha querido dar respuesta.

¿Cuándo comenzó este negocio y de qué se trata exactamente?

La Casquería empezó hace unos años, concretamente hace cinco años. Allá por 2012. Nos dedicamos a vender libros al peso.

¿Cómo surgió la idea de este negocio y por qué aquí?

Esto surgió gracias a que mi grupo de amigos tuvimos la idea de crear un espacio donde se vendiesen libros baratos, pero no teníamos sitio. Tiempo después nos enteramos de que en el Mercado de San Fernando había muchos locales vacíos y decidimos que sería un lugar ideal para instalar un puesto allí y vender libros al peso.

¿Habéis experimentado un crecimiento desde su apertura?

No puedo afirmar que haya crecido, pero de lo que sí estoy seguro es de que el negocio se ha mantenido estable, sin muchos sobresaltos. Cuando comenzamos éramos un equipo de seis socios, tres de ellos perciben una remuneración y otros tres que lo hacen sin ser pagados. Esto, en parte, es una de las razones que ha posibilitado que la librería se mantenga sostenible a lo largo de los años.

Si quiero comprar libros, ¿cuál es el funcionamiento?

Consiste en que se venden libros a diez euros el kilo, siendo el coste mínimo por libro de un euro y un máximo de ocho. Las donaciones de libros por parte de personas que ya no los quieren, porque no saben qué hacer con ellos o porque se mudan y no saben qué hacer con ellos, nos los traen y es ahí cuando los ponemos a disposición del público, una vez arreglados y limpiados por nosotros mismos.

¿Qué es lo que más demanda el cliente? ¿Acuden a vuestro puesto con alguna intención?

Un poco de todo. No hay un libro en concreto, puesto que pueden ser libros de la literatura clásica como los últimos que se hayan publicado.

¿Resulta rentable?

Sí, personalmente sí, porque nos aporta una serie de beneficios más bien emocionales. Pero económicamente no resulta el negocio más rentable.

¿El negocio realiza alguna labor para ser sostenible con el medio ambiente?

Claro que sí, porque el hecho de que nos donen libros, y se reutilicen, con eso estamos «reciclando» y dando una segunda vida a esos libros.

¿La gente tiene curiosidad por vuestro puesto?

Sí, porque les resulta raro ver en un mismo sitio una balanza y libros, como que no asocian esas dos cosas y se sorprenden un poco.

Tanto La Casquería como el resto de sus puestos pueden ser visitados todos los días del año en el siguiente horario:

• Lunes a Viernes: 10:00 a 14:00 horas y 17:00 a 20:30 horas.
• Sábados: 10:00 a 14:30 horas.
• Domingos: 11:00 a 14:30 horas.
• Festivos cerrados.