Un excepcional Juan Pedro Domecq abre las fiestas del barrio San Roque de La Vall d’Uixó (Castellón)
El animal titular se lesionó y fue sustituido en último momento por un ejemplar de la misma ganadería, sobrero de la pasada Feria de San Mateo de Logroño
Las fiestas del barrio San Roque de La Vall d’Uixó (Castellón) dieron comienzo el sábado 28 de octubre, siendo éstas las últimas de las 23 fiestas con toros que celebra el municipio castellonense a lo largo del año. Considerado por muchos como La Capital del Toro, presume de ser un pueblo taurino y un ejemplo a seguir en toda la Comunidad Valenciana, y en especial, en la provincia de Castellón. Situada en la Plana Baixa y con alrededor de 30.000 habitantes, el telón de festejos taurinos lo abre y cierra el mismo recinto taurino, situado en los alrededores de la parroquía en honor de San Vicente Ferrer.
La Vall d’Uixó está considerada por muchos como La Capital del Toro en España
Cinco y media de la tarde. Con un cielo encapotado, todo el mundo espera expectante la salida del toro cerril procedente de la ganadería Juan Pedro Domecq. El animal titular se lesionó en el campo, y fue sustituido por otro ejemplar de la misma ganadería, con un resultado más que satisfactorio. El burel cuatreño cumplió con creces tanto en la arena como en el asfalto, derrochando nobleza y bravura. A los quince minutos de la lidia, la lluvia hizo acto de presencia, al igual que durante todo el día. La Vall d’Uixó no fue una excepción y cayó un diluvio, dejando impracticable la arena colocada para realizar los quites y recortes al animal.
Se embarró y encharcó todo el recinto, pero la gente aún así no se iba. A pesar de haber toros cerriles en la localidad de Onda (una de las ferias más importantes de la comunidad), el barrio se llenó de vecinos y visitantes que se acercaron a ver la lidia del toro. El festejo finalizó con una lluvia que no cesaba, y que amenazaba con suspender el toro embolado de la noche. El toro fue encerrado dos horas después de salir, ya que se complicó mucho a la hora de encerrarlo, pues sacó el genio y la chispa para dejarnos detalles puntuales de la bravura de un Juanpedro de nota. A las once de la noche se emboló, a pesar de la amenaza de lluvia, un ejemplar de la ganadería Giménez Indarte (actual San Isidro) que duró lo que pudo entre muchas dificultades que arrastraba el toro.
El barrio de San Roque echa el telón a siete meses intensos de festejos tanto de barrios como patronales en las que los toros son los principales protagonistas. Sin duda, La Vall d’Uixó es y será un referente taurino a nivel nacional, tanto por su bous al carrer como por sus encierros de Les Penyes en Festes, que este año dejaron una anécdota curiosa al escaparse los seis toros del encierro de Juan Faet en el segundo día de fiestas.
