Un café diferente
Hay lugares en los que importa más el contenido que el continente, y La Flauta Mágica es uno de ellos. Esta cafetería, fundada en 1982 y situada en el corazón del Barrio de Salamanca (calle Alcántara, 49), atrae cada día a sus clientes con actividades culturales muy diversas. Y, aunque su café y su decorado constituyen la esencia del negocio, muchos son los que se acercan para disfrutar, exclusivamente, de sus reuniones habituales o de la programación del día.
La Flauta Mágica, a sus 33 años, sigue siendo una cafetería de las de antes. Un espacio que permite a los clientes no sólo disfrutar de su consumición, sino también del conocimiento y las ideas que fluyen entre café y café. Un bar en el que la emoción y el entretenimiento crean una conjunción perfecta, a través de actividades para todos los públicos. Y es que, generalmente, los clientes acuden con frecuencia no sólo por la calidad de sus servicios, sino por los vínculos creados en sus mesas.
Monologuistas, cuentacuentos y magos aportan valor a cada sorbo con sus actuaciones nocturnas los fines de semana. Las lecturas de microrelatos están programadas los viernes, mientras que las sesiones de risoterapia se alargan también a los sábados; y, finalmente, la magia, como protagonista del local reinando en su nombre, está presente tres días, incluyendo los jueves. El precio es de 4 euros en las dos primeras propuestas y, en el caso de las funciones de magia, asciende a 4,50 euros.
Pero esta coqueta cafetería no sólo ofrece espectáculos organizados, también fomenta el encuentro de aficionados a una práctica concreta, siempre con entrada gratuita. Es el caso de los jugadores de mus, una afición perdida en los locales modernos de la zona y que La Flauta Mágica intenta conservar impartiendo clases gratuitas los martes y organizando partidas entre los asistentes dos días por semana –miércoles y domingos-. Martín Serrano, vecino de la zona y seguidor de este juego, confiesa que su gusto por el mus y su buena relación con el resto de jugadores le ha convertido en un cliente asiduo del establecimiento.
Para los amantes de la lectura, cada lunes propone una actividad literaria distinta –networking literario y presentaciones, encuentros entre autores y aficionados, talleres, actividades de creatividad o lectura de relatos-. Estos eventos están organizados con la colaboración de la comunidad literaria MAGERIT, una organización fundada en 2011 por la escritora Covadonga González-Pola que pretende acercar la literatura a todos los que la disfrutan.
Además, la Historia y los interesados en ella también tienen su espacio en esta cafetería. Cada martes se generan tertulias sobre temas previamente establecidos, para que los asistentes puedan aportar su visión sobre el mismo. De esta forma, siempre existe un moderador que lo introduce y da paso al debate. La máxima responsable de La Flauta Mágica declara que se trata de «comunidades muy sólidas que comparten su pasión cada martes e, incluso, continúan haciéndolo por grupos de Whatsapp o Facebook durante el resto de la semana». No obstante, también acude gente nueva a la que se informa del tema a tratar mediante un correo electrónico.
Finalmente, para completar la oferta de actividades durante la semana, los miércoles se reservan para los ‘singles’. Personas solteras con interés por encontrar pareja o, simplemente, conocer gente nueva, acuden a esta sala. Yolanda Fernández es una de ellas. “Es una forma divertida de conocer a otras personas, charlar, tomar algo o, incluso, comenzar una relación”, declara. Por su parte, la dueña del establecimiento confiesa que el tipo de iniciativas del café-bar se han ido modificando en función de las modas del momento. «Nos hemos ido adaptando a los tiempos. Lo que hacemos ahora no tiene nada que ver con lo que hacíamos antes, pero el éxito está precisamente en la adaptación al cambio», añade.
Madrileños de todos los distritos acuden a vivir una experiencia alternativa que no encuentran en otros locales. La Flauta Mágica se ha convertido en un lugar de referencia en el barrio y su café continua engendrando el sabor del saber.
