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Teatro no para todos. La alquimia de la emoción: “Perra de nadie”

Sala Cuarta Pared / Foto: Bárbara Rodríguez

Sala Cuarta Pared, 4 y 5 de octubre. Una inquietante puesta en escena con una única actriz, Marta Carrasco, nos adentra en el territorio áspero y poco habitado de una mujer que desde el comienzo de la obra nos deja claro que no es “de nadie”.

El ladrido de un perro y la voz en off de una mujer susurrando “perra de nadie, perra de nadie…” da paso a una performance en la que el significado racional de cuanto acontece no tiene tanta importancia como el sentimiento que los actos de esta mujer sobre la tabla nos llegan a transmitir.

Es aquí donde cada cual debe interpretar el mensaje que, como espectador, tiene la “obligación” de descifrar.

Con frecuencia escuchamos comentarios poco positivos tras asistir a una actuación de teatro no convencional. Debemos saber a qué tipo de espectáculo nos dirigimos y qué esperamos de él, puesto que, afortunadamente, el mundo de la escena se ha abierto a diferentes públicos y no todo el mundo espera una obra tradicional con argumento, comienzo, núcleo y desenlace, si no que aspiran a ver una interpretación llena de emociones como la que nos presenta Carrasco en Cuarta Pared.

Entrada y folleto de la obra «Perra de Nadie» / Foto: Bárbara Rodríguez

El viaje emocional de una mujer que comienza siendo una niña, atrapada en un corsé de hierros y padeciendo un autismo que intuimos determinó su vida y del que se despoja abruptamente, rompiendo la “cuarta pared” y acercándose a un público al que acaricia en una escena llena de ternura, da paso a los diferentes estados por los que va pasando su vida; una transformación emocional que grita libertad por todos los poros de su piel.

Varias son las mujeres que habitan su vida, sus vidas, y nos las presenta Marta Carrasco desde la absoluta desnudez por dentro y por fuera, buscando ser perra de nadie y de ningún lugar, envuelta a ratos en telas o cubierta de barro del que se despoja con violencia, podemos asistir a los diferentes estados por los que transita en su “perra vida” : frágil, vulnerable, atormentada, peligrosa, sensible, profunda, violenta, errante, caótica…en la escena se pierde y se encuentra continuamente en una necesidad por expresar su ser sexual o su ser más violento.

Marta Carrasco interpretando a «Perra de nadie» / Foto: eldiario.es

Entre vestidos excéntricos y una cara que oculta tapándola con una venda post-cirugía, al más puro estilo “momia femme fatale”, fui espectadora de una oda a la libertad extrema, un sentimiento de ser de todos los lugares y a la vez de ninguno, una lucha por enseñar las entrañas de la transformación, la frustración, los sentimientos más extremos y un intento de hacer ver que la alquimia transforma vidas.

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