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¡Sé una cobra!

Cada lunes, a las 20 h en la Calle Pez, se ponen las esterillas en el suelo de una de las salas del Patio Maravillas para tumbarse y escaparse del estrés cotidiano y explorar el mundo del yoga.

Instrucciones para hacer la postura de la cobra. Foto: www.yoga-health.info

El taller gratis de dos horas nació a finales de 2008 y invita a todas las personas, independientemente de su experiencia en el yoga, a participar, para aprender y profundizar esta disciplina física y mental que tiene su origen en la India.

La sala se llena en muy poco tiempo, así que uno tiene que llegar a tiempo para encontrar un buen sitio. Cada día vienen de 25 a 30 personas; algunos de ellos vienen con regularidad, otros asisten por la primera vez.

En general, la clase comienza con unos ejercicios de respiración que pretenden relajar los músculos y los sentidos. Después, suele empezar la parte de posturas físicas que, aunque se suele pensar que no es dura, exige el esfuerzo de todo el cuerpo.

La cobra, el árbol, el puente, el guerrero… Son solo algunas de las posturas para los yoguis principiantes que se repiten varias veces, estirando, contrayendo y relajando cada fibra del cuerpo y, que a veces, nos llevan hasta nuestro límite. También es clave un buen sentido del equilibrio para, por ejemplo, permanecer quieto unos minutos con un pie colocado en la parte interior del muslo en el lado opuesto, alzando los brazos por encima de la cabeza.

Aunque durante los 80 minutos de ejercicios físicos el cuerpo sí se cansa, una regla principal es no forzar la máquina si empieza a doler, ya que cada cuerpo tiene sus propios límites.

En definitiva, cuando al final después de casi dos horas se apaga la luz y todos llegan a adoptar la postura del cadáver, tumbados en la esterilla sin hacer nada, con los ojos cerrados, se presenta una calma y un descanso increiblen del que uno no suele querer salir. Algunos participantes incluso se duermen en esta fase de tan solo diez minutos.

Yoga, un deporte recomendado para aquellos que buscan dar a su cuerpo equilibrio y flexibilidad y, al mismo tiempo, desconectarse de la rutina diaria.
En verano, a menudo las clases se imparten en los parques de Madrid o, por ejemplo, al lado del Templo de Debod, donde a lo mejor con las rodillas metidas detrás de las orejas, se pueden observar murciélagos que cruzan el cielo nocturno.

Nicole Ris

Soy de Berlín y viví una gran parte de mi vida en esta ciudad. Aparte de Berlín he vivido entre otros en España, Hungría y Chile. Ahora mismo otra vez vivo en España y llevo 1,5 años aquí. Después de haber trabajado por varios años hice la carrera de Ciencias Culturales (especialidades Ciencias Sociales y Historia Cultural), la cual terminé en abril de este año. Gracias a varias prácticas ya podía ganar experiencia laboral en la radio y la redacción de una producción televisiva.

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