Ya es bien sabido que las Google Glass han sido un fracaso, podríamos decir que era de esperar, pero la compañía no se da por vencida y decide seguir adelante para situarse a la cabeza de este nuevo mercado tecnológico.
¿Por qué fracasaron las Google Glass?
Para empezar, se ha comprobado que la duración de la batería es pésima, que como mucho duraba cinco horas, lo que hace imposible el hecho de usarlas durante todo el día. Además a este problema se le añade que como no tienen conexión de datos, es imprescindible conectarlas al smartphone fuera de casa, por lo que se gasta también la batería del smartphone más rápido, como si sobrara batería al final del día.
También los usuarios que la han podido probar, aseguran que las gafas desorientan y dan dolor de cabeza. al tener que fijar la vista en un punto tan cercano al ojo, forzamos mucho la vista y nos entra dolor de cabeza.
La pantalla, como pasa con las de los teléfonos inteligentes, pero en este caso se acentúa más, es difícil verla a plena luz del sol.
También dicen los privilegiados que han podido darles uso, que resulta imposible o al menos muy difícil cambiar las opciones del dispositivo, como conectar y apagar el bluetooth, ajustar el brillo de la pantalla, el volumen… cosas básicas.
Los controles de voz tienen aun muchos errores, cierto que puedes controlarla de manera táctil, pero al ser unas gafas resultaría más fácil su uso si fuese por control de voz. Tiene aún mucho que pulir en esa aplicación pues no reconoce las palabras con facilidad, comete muchos errores y obliga al usuario a empezar de nuevo.
Su manejabilidad a la hora de quitarse las gafas resulta preocupante, no se pueden doblar como unas gafas normales, por lo que tenemos un problema para guardarlas, vienen con una caja protectora pero ésta ocupa demasiado espacio.
Esperemos que Google arregle todos estos contratiempos y podamos disfrutar en un futuro de un invento digno del futuro.
las google glass
