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Peligroso trompo en el barrio de Las Águilas

El pasado jueves 11 de octubre el Instituto María de Molina -del distrito de Latina- se convirtió en protagonista después de que una furgoneta acabase empotrada contra la verja metálica del colegio. El impacto produjo un agujero de grandes dimensiones y el vehículo, utilizado para transportar material de construcción, quedó con el capó totalmente destrozado. Por suerte no hubo víctimas ya que nadie paseaba por la calle Garrovillas en ese momento.

El remodelado patio de este instituto público, donde se están realizando obras de mejora en los exteriores y también en los aularios del complejo, vivió una sesión espontánea de derrape y trompos. Una vez acabada la jornada escolar, varios de los obreros que acondicionaban la zona aprovecharon su descanso para subir a la furgoneta de la empresa y empezar a practicar drifting, una modalidad que consiste en derrapar con el freno de mano para realizar el giro de la forma más brusca posible.

En un primer instante eso alarmó a las viandantes, quienes preocupados por las peligrosas cabriolas y el poco espacio con el que cuenta el patio del IES María de Molina avisaron a la policía. Sobre las 18:30 de la tarde se produjo el siniestro, cuando en medio de un trompo se averió el freno de la furgoneta. El conductor, incapaz de controlar el vehículo, saltó en marcha, mientras que el furgón se mantuvo en línea recta hasta acabar empotrado contra la verja.

Así quedó la verja metálica del Instituto tras el fuerte impacto de la furgoneta para las obras| Fuente: David Castaño.

No hubo consecuencias graves

Nadie resultó herido porque se había formado un perímetro de seguridad improvisado a lo largo de la calle. Si bien sí que fueron muchos los vecinos que presenciaron el fuerte impacto. Tan fuerte que, como se aprecia en las imágenes, el vehículo literalmente atravesó el perímetro de metal que rodea al instituto.

Acudieron una ambulancia de urgencias y varios efectivos de la policía municipal. De forma que tras atender al conductor de varias quemaduras, provocadas por la abrasión al saltar de la furgoneta en marcha, se llevaron detenidos a los obreros para interponer denuncias por delitos contra la seguridad vial y contra la salud pública.

Posteriormente la empresa que tenía la contrata de las obras anunció el despido de los trabajadores que participaron de la colisión. Además el Instituto María de Molina ha abierto en los últimos días una investigación para esclarecer lo que sucedió. Por último ha contactado con el Ayuntamiento de Madrid para solicitar no volver a trabajar con la misma empresa.

Una vez arreglados los desperfectos, las obras continúan y la actividad en las aulas vuelve a ser la de siempre. Los chavales se toman a guasa el tema del trompo, un trompo que, conviene no olvidar, se podía haber llevado alguna vida de por medio.

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