Locutorios, un lazo para inmigrantes lejos de casa
Skype y WhatsApp aún no le ganan la partida al tradicional locutorio; al menos no al de Duarte o al de Silvia, en Fuente del Berro (Salamanca), donde todos los días personas de diferentes nacionalidades van y levantan el teléfono para llamar a familiares y amigos en tierras lejanas.
“Aló, mamá. Soy yo”, se le escucha a una joven decir al otro lado de la cabina número dos. La número uno está vacía; en la tres, un chico conversa mientras hace gestos con las manos. En la cuatro, una mujer y una niña comparten el auricular.
El encargado del locutorio Duarte prefiere no revelar los destinos de los tres clientes, pero asegura que las llamadas más frecuentes son a República Dominicana, Perú, Ecuador y Cuba. “Los de Cuba hablan mucho”, agrega. A todos se les nota un acento extranjero al hablar, incluso al joven detrás del mostrador.
Es miércoles por la noche y el área de ordenadores está vacía. “También llaman por Skype, pero los más jóvenes. Esos vienen más tarde, o los fines de semana”, aclara.
En España hay 4.447.852 extranjeros, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicadas en junio de 2015. La mayoría son provenientes de Rumanía (707.284). Le siguen en quinto lugar los ecuatorianos (174.328); en octavo, los colombianos (145.490); y en el puesto número 11, los bolivianos (100.855).
En 2014, según revela el mismo informe, 41.278 personas con nacionalidad española procedentes del extranjero establecieron su residencia en España; 21.640 nacidos en otros países.
En el local hay seis pantallas al final y cuatro cabinas en la entrada. Dos relojes marcan la hora de España y de República Dominicana, respectivamente. Una serie de anuncios se exhiben en una cartelera: se alquila habitación, se tienen tarjetas para llamar al exterior y se venden líneas móviles con minutos al extranjero.
Al introducir la frase «locutorios en Madrid» en el Google Maps, el mapa se tiñe con más de 100 puntos rojos. Los centros de llamadas están presentes en casi todos los barrios de la capital e incluso se dejan ver en las ciudades aledañas.
A sólo tres calles del locutorio Duarte también se hacen llamadas. Se trata ahora de una tienda de productos latinos. Frutas, verduras, golosinas, sodas y harinas se dejan ver a la entrada. Al final, hay unos ordenadores y unos teléfonos.
“Aquí ofrecemos recargas, tenemos Skype instalado en los ordenadores y también teléfonos para llamar al extranjero”, señala Silvia, vecina ecuatoriana de Fuente del Berro.
“Sí, han bajado las llamadas en cabina. Muchos usan ahora el WhatsApp, o el Skype, que los tienen en el mismo móvil. Pero la gente mayor prefiere llamar del modo tradicional. No todos tienen Internet en casa. A veces los que no tienen Internet son los que están afuera (en el extranjero)”, explica la señora.
El servicio de llamadas a través de WhatsApp está disponible en España desde el 1 de abril de 2015. Para finales de octubre, el 33,8% de los usuarios españoles ya utilizaba la plataforma frente al 14,6% que empleaba Skype, según el Panel de Hogares elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
“Quienes usan Skype son los estadounidenses. Esos sí se pueden sentar hasta una hora en el ordenador”, comenta la señora Silvia mientras vende un queso latino. “Los quesos frescos acá los buscan mucho”, interrumpe.
De lunes a viernes, comenta, las personas no suelen gastar más de un euro por llamada, lo que se traduce en menos de cinco minutos al teléfono. “Los fines de semana sí pueden estar hasta media hora hablando (unos tres euros)”.
Asegura que la mayoría de los clientes tienen entre 30 y 40 años. “Algunos vienen con sus hijos, para llamar a los abuelos y a los tíos”, dice, y explica que los destinos más comunes suelen ser República Dominicana, Bolivia, Rumanía, Colombia y Senegal.
