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Literatura y feminismo en Madrid

El olvido al que durante siglos han estado sometidas las escritoras ha empezado a romperse. Aunque la desigualdad entre hombres y mujeres en el mundo literario sigue siendo evidente (en los últimos diez años, solo tres autoras han ganado el Premio Nobel de Literatura), cada vez son más las reivindicaciones que surgen para defender el lugar que le corresponde a la mujer creadora dentro de la esfera cultural.

España es, precisamente, la cuna de varios proyectos centrados en la visibilidad de las escritoras.

Desde 2016, cada mes de octubre se celebra en nuestro país El Día de las Escritoras, una conmemoración organizada por la Biblioteca Nacional de España (BNE), la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE) y la Asociación Clásicas y Modernas (CyM), que tiene el objetivo de difundir el legado de las autoras españolas e hispanoamericanas, así como el #LeoAutorasOct, una iniciativa ideada por un grupo de tuiteras con el fin de dedicar el décimo mes del año a leer y recomendar autoras.

Este año, el Día de las Escritoras se celebrará el próximo lunes 15 de octubre, mientras que el evento #LeoAutorasOct, que comenzó este lunes 1 de octubre, se extenderá a lo largo de todo el mes. Pero mucho antes de la puesta en marcha de estas dos propuestas, en Madrid ya existía un lugar que reivindicaba el pensamiento feminista y la literatura escrita por mujeres. Hablamos del primer local de la capital dedicado a dar difusión a las voces femeninas: la Librería Mujeres.

Librería Mujeres. Fuente: Sara Vila
Librería Mujeres. Fuente: Sara Vila

Un símbolo para el feminismo español

La Librería Mujeres nace en 1978, en plena transición democrática, una época de cambio e incertidumbre en la que un grupo de más de 200 mujeres decide unirse en una cooperativa con el objetivo de establecer un espacio feminista en Madrid y hacer frente a la opresión patriarcal que entonces afectaba a las mujeres españoles.

Situada en el número 17 de la calle San Cristóbal, justo al lado de la Plaza Mayor, este proyecto no tardó en convertirse en el lugar de concentración del movimiento feminista madrileño, un lugar en el que las mujeres no solo compartían sus textos, sino que también se reunían clandestinamente para planificar manifestaciones y reivindicaciones en un momento en el que las españolas carecían de derechos básicos y estaban supeditadas al hombre.

En estos más de 40 años de historia, la librería ha vivido los avances que se han hecho en materia igualitaria en España y ha visto cómo sus estanterías se han ido llenando cada vez más y más, dejando atrás unos primeros años de escasez. «Entonces era difícil conseguir que hubiese tanta literatura escrita por mujeres como hoy en día», señala Dunia Alzard, librera del local, que también apunta que la audiencia «responde cada vez mejor» y que hay un creciente interés entre la juventud, especialmente femenina, en la producción literaria escrita por mujeres.

Un interés que se traduce en una librería llena, con un amplio catálogo en el que uno puede encontrar obras firmadas por autoras de todo el mundo, así como productos de artesanía y bisutería o artículos de higiene femenina, y en la que cada mes se celebran recitales de poesía, debates o presentaciones y firmas de libros.

Librería Mujeres. Fuente: Sara Vila
Librería Mujeres. Fuente: Sara Vila

Más allá de las actividades que se celebran en el propio local, la librería cuenta desde 1991 con su propia editorial, Horas y Horas, con la que pretenden dar visibilidad a las autoras silenciadas y a través de la que publican «La Agenda de las Mujeres», un producto de carácter anual que cuenta con ilustraciones y textos relacionados con un tema feminista que va cambiando cada año (para la agenda de 2018, el tema escogido fue la amistad entre mujeres).

Además, la Librería Mujeres colabora con diferentes instituciones de toda España, entre las que destacan la Unidad de Igualdad de Género y el Instituto de Investigación Feminista, ambos de la Universidad Complutense de Madrid, así como con varias bibliotecas del territorio nacional, para las que elaboran el presupuesto y un listado de libros, escritos, eso sí, por mujeres.

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