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Exposición del antiguo Egipto en Caixa Forum

La colección procedente de The British Museum expone lo que se conoce de la cultura de aquella época y muestra el testimonio de seis personas que vivieron entonces

Desde el 14 de julio al 26 de octubre de 2022 la exposición con objetos y momias del antiguo Egipto procedentes de The British Museum ha estado abierta al público en Caixa Forum de Madrid, que pertenece a Caixa Bank y su organización sin ánimo de lucro Fundación La Caixa. Gracias a un estudio avanzado de objetos y momias, con tecnología pionera no invasiva, se ha permitido indagar en la cultura, el papel de la mujer, la infancia, la música, la alimentación o la moda del antiguo Egipto.

Fachada de Caixa Forum Madrid. Fuente: Marcelo Díaz Carrascal

Los expertos de The British Museum, sin necesidad de desenvolver los restos de las momias, han logrado crear perfiles personales detallados de las seis momias que se presentan en la colección y pertecen a personas que vivieron en el antiguo Egipto entre el 800 y el 150 a.C. La momificación en aquella época suponía un ritual con técnicas cuidadas y con un significado muy importante para ellos, pues creían que el cuerpo debía conservarse para llegar a la vida del más allá.

Las seis momias analizadas y expuestas, junto con sus objetos peronales, en Caixa Forum permiten crear una visión amplia de la vida y las personas del antiguo Egipto, pues pertenecieron diferentes etapas históricas, edad, sexo y clase social:

Penamunnebnesuttawy, un sacerdote del norte

Las inscripciones en los sarcófagos de Penamunnebnesuttawy lo identifican como sacerdote. A juzgar por sus títulos, posiblemente era nativo del delta del Nilo. Sirvió a varios dioses, como su padre y su actividad se dividió entre varios templos, uno de los cuales quizás era el de los dioses Bastet y Mahes, en la antigua ciudad de Taremu, en la parte oriental de el delta. Si bien lo más probable es que viviera en el norte de Egipto, parece haber muerto más al sur, ya que tanto sus sarcófagos como su momificación sugieren que fue embalsamado en Tebas. Sabemos por tomografías computarizadas que se tuvo mucho cuidado en momificar el cuerpo de Penamunnebnesuttawy, aunque el embalsamador no extrajo el cerebro. Lo habitual era extirparlo, estas variaciones parecen indicar que existía cierta flexibilidad a la hora de manipular el cuerpo, con cambios de técnica según la época y la región, y los embalsamadores desarrollando sus propios métodos.

Ameniryirt, un funcionario de Tebas

Se sabe relativamente poco de Ameniryirt antes de su llegada al Museo Británico en 1839. Las inscripciones en sus tres sarcófagos revelan que era un funcionario que trabajaba en el dominio del Divino Adorador de Amón, Amenirdis.  Esta era la hija del rey Kashta (760-747 a.C.), originaria de Kush (en el actual Sudán). Como Divina Adoradora ostentaba un cargo muy influyente cuya función era garantizar la autoridad real en Tebas (actual Luxor), centro religioso de primera magnitud en aquella época. Como ‘Servidor de la Renta’ y supervisor, más de un siglo después de la muerte de Amenirdis, de dominios de enorme riqueza, Ameniryirt fue una figura poderosa, sin duda miembro de la élite local, y  con medios suficientes para ser momificado. Así lo confirma la cuidadosa conservación de su cuerpo, un magnífico ejemplo de momificación en el antiguo Egipto.

Nesperennub, un sacerdote de Tebas

Las inscripciones del sarcófago lo identifican como un sacerdote del templo de Karnak, el complejo religioso más importante de Tebas (actual Luxor). Perteneciente a una familia de alto rango, sin duda participaba en los rituales que se realizaban cada día ante la estatua de algún dios, muy probablemente la de Khonsu.  Entre sus deberes debió estar el de abrir las puertas del santuario de la estatua y el de servir libaciones (ofrendas líquidas). La momia de Nesperennub es un ejemplo de que la preservación del cuerpo era sólo un elemento de la respuesta del antiguo Egipto a la muerte. Las tomografías computarizadas indican que debajo de las vendas se distribuían muchos amuletos y otros objetos rituales, a los que se atribuían poderes mágicos que protegían al difunto y lo ayudaban a alcanzar la inmortalidad. La nitidez de los tomógrafos permite identificar la mayoría de los amuletos por su forma, así como indicar con qué materiales fueron elaborados.

Un joven del Egipto grecorromano

Cuando Egipto pasó a manos griegas y romanas, la momificación continuó practicándose, pero las técnicas y los estilos evolucionaron. Todo indica que este joven, de nombre desconocido, vivió hacia finales de la época griega (ptolemaica) o principios de la romana. La presencia de una máscara de cartón nos permite acotar un poco más su época y lugar de origen. El estilo de la máscara y los vendajes sugieren que fue enterrado en la necrópolis de Hawara en el Fayum. A pesar de su notable estado de conservación, las tomografías computarizadas del cuerpo revelan un gran desorden en el contenido de sus cavidades torácica y abdominal. Alguien, por desgracia, accedió al interior de su cuerpo cuando ya estaba momificado. Lo hizo desde el interior de la espalda, tal vez en busca de amuletos. Otro dato que revelan las tomografías es que muchos de los huesos del joven aún no habían dejado de crecer, por lo que su muerte se produjo a los 17 o 18 años.

Takhenemet, una mujer casada de Tebas

Takhenemet vivió alrededor del año 700 aC., y era «Señora de la Casa», es decir, que estaba casada. Fue enterrada en tres sarcófagos, empotrados uno en otro, cuyo estilo y número sugieren que su lugar de fabricación fue Tebas, donde es probable que viviera la difunta.  En ese momento, Tebas era uno de los grandes centros religiosos de Egipto, pero no sabemos si Takhenemet participó en la vida religiosa local. Su padre, Padikhonsu, custodiaba las puertas de un templo dedicado a Amón, casi seguro el de Karnak. A pesar de haber muerto entre los 35 y los 49 años, en su sarcófago interior Takhenemet aparece como una mujer joven. Lleva un vestido semitranslúcido y sostiene en sus manos un instrumento musical llamado sistro. Las tomografías computarizadas revelan el cuidado con el que su cuerpo fue momificado y muestran cuán cuidadosamente se recogió el cabello sobre su cabeza.

Un niño pequeño de Hawara

En el antiguo Egipto, hasta donde sabemos, la momificación de los niños era rara, pero se hizo más común en la época romana. Numerosos ejemplos de esta práctica se han encontrado en la necrópolis de Hawara, a la entrada del oasis de Fayum, lugar que durante la etapa de dominio griego y romano sirvió de cementerio a la vecina ciudad de Arsinoe. Este niño fue descubierto junto con otras momias, incluida una mujer y otros dos niños. En el momento de su muerte tenía unos cuatro años. Su columna y costillas están fuera de lugar, probablemente debido a la momificación, pero su diminuto cuerpo estaba cuidadosamente envuelto en muchas capas de vendajes. Su retrato delicadamente pintado parece indicar que pertenecía a una familia de élite. En la parte inferior del cuerpo, el sudario incluye escenas tradicionales como la de unos sacerdotes oficiando rituales y haciendo ofrendas a los dioses. En el registro inferior el niño aparece como una figura totalmente dorada.

Sarcófagos expuestos en Caixa Forum Madrid. Fuente: Marcelo Díaz Carrascal
Manuscrito en papiro expuesto en Caixa Forum Madrid. Fuente: Marcelo Díaz Carrascal

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