Expocómic sigue batiendo record de asistencia
Finalizada ya la XVI Edición del Salón Internacional del Tebeo de Madrid, solo queda recordar las emociones vividas en sus 12.000 m2 y empezar a contar los días que restan hasta el siguiente Expomanga 2014.
Entre los 28.764 visitantes al Expocómic 2013 –que se celebró del 12 al 15 de diciembre– en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo, estábamos mis amigos y yo. Nos pasamos 10 horas pateando entre los stands, leyendo las últimas novedades en Manga, participando en todas las actividades posibles y fotografiando a los cosplay más originales. ¿Agotador? Sí, pero es nuestro hobby, nuestra forma de vivir la vida.
Friki a mucha honra
Somos ya un número importante de personas los que acudimos SÍ o SÍ , llueva o nieve, a los expomangas, expocómics, japans y demás ferias similares. Se nos llama frikis, porque se nos considera fanáticos de este tipo de cultura y, lo más increíble, es que no nos importa. Yo, en particular, soy un otaku o, lo que es lo mismo, un amante del manga, el ánime y la cultura japonesa. Y me siento orgulloso de ello.
Muchos se preguntan qué hacemos en estas expos, por qué nos vestimos con ropas tan extravagantes (según opiniones ajenas) o por qué nos compramos cómics que se leen al revés. Lo más fácil sería responder a “qué es lo que no hacemos”.
Se trata de una cultura paralela, un mundo fuera de los ojos curiosos de la gente que no comparte nuestros gustos y nos critica.
Disfrutamos con los concursos cosplay, que so son disfraces frikis sino los de personajes de series o videojuegos que nos gustan.
También hacemos softcombat, que no son peleas con espaditas de juguete sino combates con réplicas con un reglamento serio. Además, hablamos de manga (no dibujitos chinos ni para niños pequeños) o, según otros, demasiado sangrientos.
En algunas ocasiones, vienen artistas desde Japón, desde dibujantes hasta cantantes, y les recibimos con una calurosa bienvenida.
Todos los gustos son respetables
En nuestra ‘cultura’ nunca encontrarás a nadie peleándose con otro por una serie que no es del gusto de alguno. Eso sí, ponemos nuestras ideas sobre la mesa y, a no ser que nos las pisen sin razonamiento alguno, no nos oponemos a que piensen de distinta forma. Es más, a los otakus como yo, nos gusta convivir con los frikis clásicos amantes de Marvel, DC, Tolkien, Star Wars, con los trekis, los gamers… Respetamos a todas las tribus que pululamos por Expocómic.
Además, personas que no se consideran frikis de este mundo o no forman parte de nuestra cultura y han entrado a la expo por curiosidad, se han sentido cómodos en el ambiente que se respira en su interior. Dentro, todos hablamos con todos, con compañerismo y confianza aunque sean completos desconocidos.
Te encuentras con largos pasillos llenos de stands, con objetos de lo más variopintos, con gente que compra o que solo mira. Unos van vestidos con su cosplay favorito, otros les piden sacarles una foto y les dejan sin problemas, hasta con satisfacción. ¡Todo es posible en esta expocómic inmensa! Pero lo mejor de todo, con lo que me quedo, es con que al terminar el día agotado pero muy satisfecho, he hecho muchos nuevos amigos.
No en vano, este año hemos sido 1.000 “colegas” más que en la edición de año pasado. Y yo me pregunto… ¿Nos encontraremos aún más en Expocómic 2014? Seguro que sí, porque quien prueba una vez repite y cada día aumenta el número de aficionados a ‘la cultura del tebeo’ sea cual sea su año de nacimiento o su procedencia.
