Encuentro ferroviario en Delicias

El primer domingo de cada mes los amantes del modelismo ferroviario tiene una cita en el Museo del Ferrocarril de Delicias. En un entorno mágico, como es esta estación que data de 1880, entre 1.000 y 1.600 personas se dan cita para vender, comprar o intercambiar todo lo que tenga relación con las maquetas ferroviarias.

Esta tradición comenzó en diciembre de 1995, bajo la denominación de «Mercadillo de Ocasión de Material Ferroviario», por lo que los aficionados a las maquetas podrán disfrutar de su vigésimo cumpleaños en diciembre de 2015.  El mercadillo convoca cada mes a público de un sin fin de lugares. De lo más cercano como es Madrid y sus alrededores, al resto de la geografía española como es  Valladolid, Barcelona o incluso Sevilla. Pero este encuentro también es conocido en el extranjero; alemanes, franceses, ingleses e italianos viajan expresamente a Madrid para acudir a esta cita mensual.

En los puestos, comerciantes y artesanos ofrecen todo lo relacionado con las maquetas ferroviarias para empezar a crearlas desde cero. Los visitantes pueden adquirir desde el  material móvil como son las locomotoras y vagones, a todos los elementos de la maqueta como las vías o el atrezzo de los paisajes. Muchos de sus fieles visitantes no se pierden una cita, como Emiliano que pertenece a la Asociación de Amigos del Ferrocarril y que tiene claro que aunque esta sea una afición cara disfruta mucho al realizar las maquetas.

Una de las figuras emblemáticas del mercadillo de modelismo es Federico Espadas, uno de los artesanos más conocidos y que lleva participando en este encuentro desde hace 20 años.  Este especialista en tren en miniatura es  capaz de crear de la nada piezas a escala con el mayor de los detalles. Actualmente se encarga del mantenimiento de las piezas del museo, como es la restauración y recuperación de toda clase de maquetas. 

La nave de fue el primer entorno diáfano que se construyó en la ciudad con una moderna estructura metálica y la primera estación monumental con carácter definitivo de la capital. Construida en 1880 como terminal de la nueva línea ferroviaria que unía Madrid con Ciudad Real, pasó a ser una estación con carácter internacional que unía Madrid y Lisboa.

El cierre de esta estación tuvo su origen inmediato en la inauguración  de Chamartín en 1967, ya que esta libera de tráfico a la estación de Atocha. No fue hasta el 19 de diciembre de 1984 cuando la estación fue otra vez abierta al público como sede permanente del Museo del Ferrocarril.